¿Cuáles son los tópicos en el deporte femenino? ¿Es cierto que los medios de comunicación no dan suficiente cobertura a este tipo de eventos? ¿Se puede vivir del deporte? Preguntamos a cinco deportistas y dos arbitras de diferentes disciplinas y niveles de profesionalidad sobre el papel de la mujer en el deporte.
“En general, a las mujeres deportistas y más aún en deportes “históricamente” masculinos, se les tacha de “marimachos”, “lesbianas”, etc. Mucho daño han hecho la cultura y los estereotipos sociales a lo largo de la historia… Se nos exige mucho más en nuestro rendimiento para poder llegar a obtener el reconocimiento que consigue un hombre”.
Graciela practica rugby de forma amateur en el Club de Rugby Femenino Las Palmas. Ha ganado por tercer año consecutivo el campeonato de la Liga Federada Femenina de Rugby de Canarias, de muy reciente creación. Poco a poco se va consolidando este deporte en el territorio insular, no sin dificultades. “El rugby es un deporte de equipo poco conocido y mucho menos en Canarias, y requiere de 15 jugadoras por cada equipo en el campo, más las suplentes. Es por ello que una de las mayores dificultades es conseguir un buen número de jugadoras no sólo para jugar sino para entrenar. Si a esto le añadimos los tópicos, hace que sea muy difícil la captación de jugadoras y, si no hay jugadoras, no hay equipo ni competición.” Como no sólo de rugby vive la mujer, a Graciela le gusta la música indie y electrónica, pasear a su perro “hiperactivo” y salir de birras con los amigos.
“A nivel internacional, la selección femenina ha dado mucho palmarés a España, sobre todo a nivel europeo y en las dos disciplinas: rugby XV y 7s. Ahora van a París a jugar el mundial y están clasificadas para los Juegos Olímpicos de Río.” Sus sueños, que acabe la crisis y conseguir la igualdad entre hombres y mujeres.
Napo (Nerea) es medio centro pivote (a veces juega de creadora) en el Oiartzun Kirol Elkartea de la Segunda División Nacional. Ha jugado varias veces el play off de ascenso y entre su palmarés cuenta con una Liga de Segunda División y una Copa Vasca ganada contra la Real Sociedad. Admira a jugadoras de su vestuario como Nerea Etxeberria, Anne Mugarza, Alazne Inciarte y no aguanta que nadie se meta con Xabi Alonso, su referente del fútbol masculino.
Charlando con ella advierte que el mayor tópico en su deporte es que el fútbol femenino “ni es fútbol ni es femenino”; sin embargo, señala que eso lo dicen porque nunca lo han visto. “El fútbol femenino de élite, tanto en el País Vasco como en muchos países, es de gran calidad. La diferencia radica en que el fútbol masculino es más rápido y de más fuerza, pero técnica o tácticamente no hay nada que envidiar, hay muchas jugadoras muy buenas.”
Napo se considera “profesional en cuanto a la exigencia, aunque amateur porque no cobramos” y añade: “los chicos tienen más facilidades para poder vivir del deporte. No obstante, poco a poco nos estamos haciendo un hueco, ya que hay grandes deportistas que están consiguiendo muchas cosas y que están ayudando a que la mujer se haga respetar en el deporte. Poco a poco el fútbol femenino está cogiendo más relevancia en el ámbito nacional, pero muy lentamente. Por ejemplo, hoy en día existen contratos profesionales, a diferencia de hace unos años. Pero si nos ponemos a comparar los sueldos de los chicos y de las chicas la diferencia es vergonzosa”. El pasado mes de mayo, Napo se quedo muy cerca de cumplir su sueño de subir a Primera División Femenina, pero cayeron ante el Albacete en la eliminatoria de los Playoff de ascenso. Mucho ánimo para el año que viene.
Clara Romero jugaba en el Majadahonda de hockey sobre hielo hasta que una noche le llamó su presidente invitándola a arbitrar un partido en Pamplona… «Nunca había arbitrado, pero me animé y fui para allá. No debí hacerlo mal del todo porque poco después me llamó Fernando Calvo, jefe nacional de árbitros, y me ofreció hacerme el curso de árbitro. Y allí empezó todo.»
Tal como explica Clara, en el hockey sobre hielo, aunque es minoritario, no se observan tanto las desigualdades entre hombres y mujeres que sí existen en otros deportes: “Por suerte practico un deporte en el que el hecho de ser mujer no es un problema. No es una disciplina muy común en España, somos muy pocos y nos conocemos todos. Desde pequeños jugamos juntos y eso no cambia con la edad. Si tienes nivel para jugar la Primera División Masculina, ¿quién te lo impide por ser chica? ¡Nadie! En esto, la Federación Española de Deportes de Hielo lo ha hecho muy bien”.
¿Y por ser arbitra? ¿Te sientes discriminada? “Llevo cuatro años arbitrando en todas las categorías, desde sub 9 hasta la Primera División Masculina Senior, y nunca he tenido problemas por ser mujer. Tengo los problemas que tenemos todos los árbitros en el deporte, somos los culpables de todo, lo hagamos bien o mal…”
Sin embargo, Clara no aprueba a los medios de comunicación en la cobertura del deporte femenino: “¿Medios de comunicación con deportes femeninos? ¿Dónde? Bueno, realmente en España es difícil ver deporte en general que no sean los habituales y de hockey sobre hielo mucho menos. La emisión deportiva en la televisión española es bastante escasa y femenina mucho más”.
Raquel Carbonero, natural de Mérida (México), también es árbitra como Clara. Tiene como referente a Gichin Funakoshi, considerado el padre del karate, y “a todas aquellas personas que tienen una limitación y a pesar de ello se sobreponen a la adversidad”. Se metió a esto de ser arbitra como continuación a su formación dentro del karate y, al igual que Clara, no ha encontrado grandes dificultades por arbitrar y ser mujer. Como ella expone, “el karate fomenta unos valores de igualdad y respeto a nivel personal, sin embargo hay casos puntuales donde se ve reflejado todo lo contrario”. Opina que los medios de comunicación infravaloran el deporte femenino por intereses económicos y que a pesar de que el karate es una de las disciplinas marciales más practicadas a nivel mundial “no se le da la relevancia que tienen otros deportes”. Su sueño sería arbitrar un campeonato del mundo.
Sonia Lafuente es natural de Madrid, ha sido 4 veces campeona de España absoluta, 7ª Cto, Europa (2013) y Olímpica Vancouver 2010 en patinaje artístico. Le encanta la música y el cine. Sonia nos explica que, en su disciplina, hay mayores dificultades por cuestiones de género en el sexo masculino (se considera por algunos sectores de la sociedad un deporte tradicionalmente de mujeres) y que encuentra su mayor problema en lo poco conocido que es su deporte.
“El patinaje artístico es muy minoritario en España, ya que no disponemos de muchas instalaciones para poder practicarlo. Todos los patinadores luchamos para poder cambiar eso y hacer del patinaje sobre hielo un deporte más conocido en nuestro país”. Como la mayoría de las entrevistadas, aclara que “es muy difícil vivir de ese deporte” pero que eso no la desanima para que uno de sus sueños sea “hacer del patinaje sobre hielo un deporte con mayor repercusión en España.”
Volvemos otra vez a Donostia para hablar de Ainhoa Tolosa, campeona del mundo 2009 y 2013 y subcampeona del mundo en 2011 de kayak surf. Desde pequeña le aconsejaban que hiciera deportes más femeninos, puesto que el piragüismo es muy agresivo y cambia la fisiología del cuerpo de la mujer al ganar en musculación… “Pero la verdad es que el piragüismo es muy apto para los dos sexos ya que, aparte de la fuerza, se necesita mucha habilidad, equilibrio… que son factores que tienen bien desarrollados las mujeres.” Aunque es bicampeona del mundo, señala que “sólo unos pocos pueden vivir del deporte, sobre todo en el deporte femenino. Mi modalidad no es olímpica por lo que no accedes a ninguna beca ADO o del estilo”. Cuando le preguntamos sobre las diferencias de género en el deporte nos explica que en el deporte base no hay diferencias significativas pero que según se mejora y se consigue llegar a la élite, la gran diferencia radica en la cantidad de recursos que se invierte en el deporte masculino frente al femenino. “Lo invertido en deporte femenino es irrisorio. Si no sales en los medios no existes. Y en la sociedad de hoy en día solo se ven deportes mayoritarios masculinos, que son los que mueven mucho dinero”.
Y por último, hablamos con Alba Sánchez, natural de Moraleja (Cáceres) y receptora en el Club Voleibol Arroyo de la Luz, octavo en la Superliga Femenina de Voleibol (1ª división). El equipo de Arroyo de la Luz (Cáceres) es una extraña rareza, pues procede de un pueblo de menos de siete mil habitantes que ha apostado fuerte por el voleibol femenino y sobre todo, por sus equipos base.
El palmarés de Alba es amplio pese a su juventud. Con varios títulos junior y universitarios, ha pasado por diversos equipos de primer nivel hasta recaer en el Arroyo. En la actual campaña ha sido varias veces MVP (Jugadora Más Valiosa) y le han concedido el premio a la mejor deportista extremeña absoluta del 2013. En el momento de la entrevista, estaba concentrada con la selección absoluta preparando el Campeonato de Europa y la Liga Europea.
Tal como nos cuenta Alba, “el voleibol es uno de los pocos deportes en el que existe una gran igualdad entre el masculino y el femenino, incluso hasta hace pocos años estaba mejor remunerado el femenino”. Sin embargo, señala que una de las principales dificultades que encuentra por ser mujer es que “se hace más duro competir a alto nivel, puesto que nuestro cuerpo sufre cambios hormonales que no siempre nos permiten estar al cien por cien”. Sobre el papel de los medios de comunicación declara “es indignante que en el siglo XXI los medios de comunicación le den menos importancia a los logros femeninos que a los masculinos, con la consecuencia de que las grandes deportistas son totalmente desconocidas. Hay ejemplos muy claros: en fútbol podría nombrar a un montón de jugadores masculinos pero jugadoras no podría decirte ninguna”.
Para mejorar el deporte, opina que sería muy positivo que en España se profesionalizara el deporte. “Muchas deportistas, cuando terminan sus estudios, tienen que dejar la práctica deportiva porque se tienen que incorporar a la vida laboral si quieren tener una independencia económica y, sobre todo, cotizar a la Seguridad Social. En otros países como en Francia, el voleibol está profesionalizado”.
El sueño de Alba es llegar a unos Juegos Olímpicos y con su trayectoria, seguro que no está lejos de conseguirlo.
Abel
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