Lola nos habla de las consecuencias físicas de los abortos clandestinos -al que se someten miles de mujeres que viven en países con leyes restrictivas-, así como de la respuesta de algunas activistas frente a estas leyes tan injustas.
“Se retira la contrarreforma de la ley del aborto propuesta por Alberto Ruíz Gallardón”.
Ésta es la noticia con la que me he encontrado hoy, precisamente cuando me disponía a escribir sobre las consecuencias del aborto ilegal en la salud física de la mujer. ¿Y qué ha provocado tal cambio? Desde luego la presión social, la oposición de diferentes sociedades científicas, y los hay que dicen que unas elecciones a la vuelta de la esquina.
En cualquier caso, debo manifestar mi alegría ante esta noticia, como mujer y como médica.
A fin de que este artículo sea tenido en cuenta, y no sólo como una opinión personal, que lo es, y dotarlo del valor científico que se espera de una médica, os enlazo el manifiesto que más de 125 sociedades científicas han secundado frente al anteproyecto de ley del Sr. Gallardón. Podéis leer el manifiesto en este enlace.
Si mi opinión es una y escasa en peso, no debe serlo el de tal número de sociedades científicas, que se apoyan en conocimientos científicos, datos estadísticos y estudios sobre la salud de la mujer y no en la “divina providencia” como a otras entidades les gustaría.
Se nos dice en el manifiesto que el anteproyecto de ley “pondría en riesgo la salud física, psíquica y sexual de miles de mujeres que ante una ley prohibitiva seguirán abortando en condiciones de clandestinidad y de inseguridad”.
Se estima que el número de mujeres que hubieran practicado un aborto ilegal se aproximaría al de 50.000 por año. No voy a hablar yo de las consecuencias psicológicas, esto lo hará mi compañera Irene. Pero sí voy a hacer referencia a las principales consecuencias físicas de un aborto clandestino. Nos dice la SEC (sociedad española de contracepción):
“Las complicaciones físicas que se derivan de un aborto inseguro pueden ser leves o graves (40%). El 15% no reciben tratamiento (es posible que en un entorno de atención postaborto adecuado sean menores estas cifras). Entre las complicaciones destacan las hemorragias, infecciones, perforación órganos abdominales/peritonitis y shock hemorrágico y séptico. También se alude a las complicaciones crónicas como anemia y debilidad, dolor pélvico crónico/EIP (3 millones de infecciones crónicas del aparato reproductor en el mundo), dispareunia/vaginismo y esterilidad (1,7 millones en el mundo por aborto inseguro). A todo ello se agregan los problemas familiares y sociales, los costes y hasta la muerte materna (de 47.000 a 60.000 muertes en el mundo por aborto inseguro en 2008). La tasa de letalidad del aborto inseguro es muy variable (30-520/100.000 abortos inseguros), siendo la del aborto seguro de 0-0.7/100.000 procedimientos en los países desarrollados”.
Por todos estos datos podemos afirmar que las políticas sanitarias y sociales deben velar por la seguridad de la mujer y permitir el acceso al aborto en condiciones de libertad y equidad.
Por el momento, las mujeres españolas que elijan el aborto como la mejor opción ante un embarazo no deseado lo van a poder seguir haciendo de forma legal y segura. Por desgracia, aún son muchos los países donde el aborto está penalizado. Países de Latinoamérica, África, Asia y Oriente Medio mantienen leyes muy restrictivas. Las mujeres pertenecientes al escalafón socioeconómico más bajo se ven obligadas a recurrir a aquella única opción que se les brinda, de forma ilegal, insegura y que en no pocas ocasiones mercantiliza con sus cuerpos, nuevamente.
La OMS (Organización Mundial para la Salud), estima que en 2008 se produjeron unos 21,6 millones de abortos realizados de forma insegura y unas 47.000 muertes de mujeres como consecuencia de ellos.
En respuesta a ello han surgido en diferentes lugares del mundo, mujeres activistas en pro de los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Afrontando las no pocas dificultades legales que surgen, ayudan a mujeres de todo el mundo a abortar de la forma más segura posible.
Un ejemplo real de ello lo tenemos en la médica y activista Rebecca Gomperts, que tras conocer la situación de desamparo que experimentaban muchas mujeres ante su deseo de finalizar con su embarazo, ha llevado a cabo diferentes iniciativas para, dentro del marco de la legalidad, ayudar a las mujeres a abortar. Inicialmente valiéndose de los resquicios legales trasladaba a las mujeres que necesitaban ayuda a un barco situado en aguas internacionales, donde proporcionaba la medicación abortiva, las mujeres volvían a su país de origen donde experimentaban un aborto que podría ser considerado como espontaneo.
Posteriormente y con la aparición de las redes sociales e internet ha creado junto a un equipo interdisciplinar páginas web , como “Women on web” , donde mujeres de todo el mundo realizan sus consultas y reciben la ayuda necesaria para realizar un aborto médico. El aborto médico entraña unos riesgos al igual que el quirúrgico, pero para muchas mujeres ésta se convierte en la única opción. Esta es una actividad en red muy controvertida pero cuyo fin es acercarse de la forma más humana posible a las mujeres que nuevamente son víctimas.
Por último os recomiendo una película, “El secreto de Vera Drake” que retrata de forma muy fiel el drama de aquellas mujeres que se ven en esta tesitura y de las que deciden ayudarlas.
“- Se da cuenta de que lo que hace es un acto criminal…
– No querido, así lo llama usted. Yo ayudo a chicas que lo necesitan”.
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In comparison, the current world’s tallest building, the 828-meter Burj Khalifa in Dubai, took five years to build.
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