¿Cuál es tu vocación?

¿Siempre has sabido qué querías ser de mayor? Tienes suerte. En nuestra sociedad abunda la idea de que todos nacemos con una vocación a la que debemos dedicar el resto de días de nuestra vida, pero yo no estoy tan segura de que todos sepamos exactamente qué hacer al ser mayores. A veces ni siquiera estoy segura de que esa vocación exista. 


Ilustración: Marta A.


A menudo escucho aquello de para ser (inserte aquí cualquier profesión) tienes que tener vocación; y a menudo me pregunto cómo será la presión por ser una de las elegidas o la de no serlo y estar desperdiciando los días y el talento en el trabajo equivocado. Bueno, esa última la conozco. Precisamente fue la presión por encontrar mi auténtica vocación lo que me llevó a cambiar varias veces de estudios y fracasar una y otra vez. No encontré las respuestas y lo único que logré fue perder mi tiempo y mi felicidad liándome como un ovillo de lana y persiguiendo una revelación divina que nunca llegó.

Entonces me convertí en atea vocacional y me descargué un peso descomunal de los hombros. Y es que, si no creemos en la media naranja, ¿por qué creemos en la vocación? Ambas ideas se parecen: nos dicen que existe algo superior a nuestro entendimiento capaz de asignarnos algo o alguien determinado desde que nacemos. Prefiero creer en mí, prefiero ser capaz de modelar mi camino a mi antojo. Si hoy una adolescente me preguntase qué estudiar, me encantaría responderle que esa decisión no es tan importante, porque ni el futuro es estático ni los trabajos son fijos. Además, todo lo aprendido abre alguna vez alguna puerta que no esperabas.

Que el día a día en un trabajo sea más o menos feliz, en mi caso atiende a unos patrones muy claros que nada tienen que  ver con la vocación. Por ejemplo, con mi personalidad introvertida sé que aprovecho mejor mi potencial en trabajos donde me relaciono con los demás en un ambiente tranquilo o en aquellos trabajos donde paso algún tiempo sola, sea limpiando o haciendo recados en coche.

Sé que es posible soñar con el mismo trabajo desde los diez años, desarrollarlo y ser muy feliz. Sin embargo intuyo que cualquier persona que lo haya conseguido me confesará que no fue fácil llegar hasta allí y que todos los días no son de gloria, porque no lo son en ningún trabajo. Que tu pasión y tu trabajo sean la misma cosa es genial, pero lo cierto es que no es necesario para ser feliz, porque tus pasiones te harán feliz siempre, incluso aunque no te den dinero. Si tu vida está completa, tu trabajo sólo debe aportar algo que la haga mejor; a veces puede ser realización personal, pero lo esencial es que aporte dinero para comer y dormir calentita.

Nunca sabremos qué nos hará felices mañana, así que es casi imposible decidir con dieciocho años qué serás el resto de tu vida. Si lo piensas, incluso sería una irresponsabilidad pensar en ello una sola vez en tu vida. Tengas la edad que tengas, si tienes una idea concreta que te acelera el corazón persíguela sin dudar; pero si tienes demasiadas, ponte las gafas del ateísmo vocacional. En serio. Te darás cuenta de que puedes ser feliz haciendo casi de todo, sólo necesitas sentirte completa antes de empezar.

 

34 Comentarios

  1. Tanto esta, como otras de sus entradas me hicieron sentir completamente identificada. A veces la sociedad nos hace sentir que esta mal nuestra forma de ser, o que tenemos que seguir determinados parámetros para formarse en una carrera. Estoy estudiando medicina y estoy harta de escuchar que hay que tener un «perfil» determinado, ser serio, ser organizado, ser inteligente, ser perseverante, bla, bla, bla. Me han entrado miles de dudas a lo largo de estos años de estudio y muchas veces pensé en cambiarme de carrera, comparto la idea de ateísmo vocacional y de abandonar las clásicas creencias que venimos del útero con un destino marcado en la frente. Como dice el refrán, el camino lo hacemos al andar. Celebro que haya gente dispuesta a dar buenos consejos, como el que se da en esta entrada, la vida no es algo que viene prefabricado y te toca lo que te toca, la vida la construimos con aprendizajes, errores y experiencias. Felicitaciones por esta entrada, que nos llegó a muchos 🙂

  2. Increíble como la casualidad te trae sorpresas o mejor dicho respuestas a esos instantes personales donde la respuesta tela das tu misma o un grupo de personas Q piensan como tu…encontré mi grupo..mi punto de referencia

  3. antonio leyva

    me gusto, pues en parte me senti identificado; al dia de hoy solo tengo una pequeña idea de lo que quisiera ser de adulto a que dedicarme, aveces me gustaria trabajar con animales, otros dias me gustaria ganarme la vida con las maquinas y a veces me gustaria vivir tocando mi guitarra. ahora se que no necesariamente tengo que elegir un trabajo que me guste pues en el futuro este me puede cansar, debo elegir algo que me guste y a pesar de que un dia me «aburra» yo siga convencido de que el dia siguiente puede ser mejor, puedo hacer lo que me gusta sin necesidad de que me ddedique completamente a esto.

  4. yo lo veo de esta manera pienso que es bueno descubrir tu vocación de acuerdo a las habilidades que desarrollas y tienes en tu vida o las que vas obteniendo con tu esfuerzo que se vayan presentando a lo largo de tu corta vida, te salga naturalmente, creando ideas para el mismo y desarrollando nuevas ideas para volverlo más dinámico y divertido a tu gusto

  5. Pienso que es bueno descubrir tu vocación de acuerdo a las habiidades que se vayan presentando a lo largo de tu corta vida, ya que estas a través de tu persona se ven reflejado algo a lo que yo llamo «gracia» para que así cuando desempeñes tu trabajo de acuerdo a tus dones, te salga naturalmente, creando ideas para el mismo y desarrollando nuevas ideas para volverlo más dinámico.

  6. Concuerdo con su idea del ateísmo vocacional, ya que a la hora de la elección de tu carrera a veces te encuentras muy confuso, pero al transcurso de tu vida hasta los 18 años, te vas dando cuenta de que si uno se esfuerza en el ámbito que fuere o con lo que quiere, va agarrando poco a poco amor por lo que hace, ya que es muy sencillo conocerse a sí mismo y reconocer las habilidades que tiene y las habilidades, son las armas que se tienen para luchar por una carrera, que aunque no sea lo que uno desea, cooncuerda con tu manera de ser, y a veces las personas introvertidas, sólo buscamos estar cómodos o a veces nos apasionamos por algo, que sabemos que es imporsible el obtener y luchamos hasta que lo tenemos. Pero en fin, pienso que todo lo que se desee o quiera uno ser, primero se debe integrar al mundo económico para «dinero para comer y dormir calientita», sea cual sea el problema y vencer tus miedos y dejar de depender de tus padres, porque ¿mientras qué? ¿malgasto el dinero de mis padres sólo porque sí? , pienso que se debe de aprovechar lo que ellos nos den, despues desempeñar esta carrera y moldearla a como nosotros queremos y no que ella nos moldee a nosotros, ya si uno quiere estudiar lo que le gusta, y su sueño, por ejemplo artes plásticas (carrera con la que no se gana mucho y mi sueño en mi caso) practicarla después como un hobbie, dedicarme a ella como tal e impulsarla o bien darle por igual a las 2 cosas. Pienso que en este tiempo en el mundo globalizado ya no es necesario darse tantas vueltas como antes y no saber reconocer tus cualidades para desarrollarlas al máximo.

  7. Maria Alejaa

    Chicas, es asi, es angustioso la idea de encontrar felicidad y sobre todo tranquilidad, olvidar as opiniones exteriores, y escuchar realmente tu corazón, tu ser, esa fuerte interior que sabe o que quieres, muchas veces por andar escuchando a resto perdemos esa voz, y realmente si somos responsables de a propia vida, ya creciendo nos vamos dando cuenta que la vida es ahora, y que ese perderse es reencontrarse también, mantengamos calma, busquemos los espacios que nos den esa respuesta, y sera un camino, lo que sucede es que creemos que debe ser alg magico que aparece y ya, no, lleva tiempo, lleva mucha fuerza, cada dia,

    este es un buen espacio para leernos, aveces nos sentimos aliens creyendo que solas sentimos eso, ven aqui, mcuhas nos reconocemos por ese sentimiento, en el fondo son ganas de llevar una vida difernete, no queremos seguir la vida normla de comprar gastar y vover a comprar dinero, creemos en la vida y la fuerza que esta lleva, que esta hecha de momentos que ahor anos quieren opacar, asi que luchen lkuchen muhco eso, ademas entendamos son hasta procesos biologicos la inestabilidad, aprendamos de ellas, abracemos los miedos, un abrazo para todas ( cuando digo todas son todos y todas, quitemos esa división lingüística) , feliz dia

  8. Desde pequeña quise dedicarme a la sanidad. Nunca jamás mis padres me han obligado a estudiar cierta carrera o han dedicido sobre mi futuro. Con el tiempo, y después de ir buscando un futuro profesional, tuve el valor de estudiar lo que realmente quería, TCAE. Actualmente me dedico a ello y soy realmente feliz. Desde aqui animo a todas las personas a que si tienen la posibilidad, se dediquen a lo que realmente les haga felices. Un saludo

  9. Allmendra

    Es reconforrante leer este artículo. Entiendo lo horrible que es sentir esa presión y la lucha contra mi misma por encontrar mi vocación ha sido frustante. El año pasado acabé mi carrera y me ha sido muy difícil ejercerla. Durante mis estudios me cuestioné mucho de si eso era lo que realmente quería. La verdad nunca me sentí cómoda estudiando esa carrera pero la presión de mis padres me llevó a terminarla y ahora en realidad no sé qué hacer. Después de mucho pensar me he dado cuenta que esa revelación divina como dicen nunca va a llegar. Yo soy la única responsable de tomar las riendas de mi vida y espero que todos y todas aquí logren hacerlo. No crean que han perdido el tiempo. Si han aprendido algo sobre ustedes entonces no han perdido el tiempo. Ni yo tampoco. Ya no lo siento así. Ahora sé algo que antes no sabía. Ahora puedo seguir adelante y salir adelante también. La economía en mi país está difícil pero veo que la gente es emprendedora y busca salir adelante y eso me da ánimos.
    Espero haber contribuido en algo. Les deseo fuerza para todos y todas.

  10. Me encantó. Gracias. últimament sólo leo cosas sobre cómo seré más feliz si me dedico a lo que me gusta, «haz de tu pasión tu profesión» y esas cosas. Y lo único que me genera es angustia de no saber para donde ir y de ser infeliz el resto de mis días. Gracias.

  11. Creo que el error consiste en creer que a traves de nuestra vocacion somos algo… que vas a ser en tu vida? En vez de que vas a hacer? yo no quiero que mi profesion determine lo que soy.

  12. Yo, cuando joven amaba las matemáticas, estudié ingeniería química y di clases de matemáticas, física y química en bachillerato. Nunca me titulé y a los 46 años decidí que obtendría un título de lo que fuera, estudié Psic. Educativa, me titulé y ahora doy clases en la institución de donde egresé, de psicología, por supuesto. Mi vocación MAESTRA, ¡Ojalá a los 18 lo hubiera sabido! Soy feliz dando clase, gano muy poco, pero la satisfacción de transmitir y ayudar a encontrar nuevos conocimientos, es el mejor pago

  13. Mariana HG

    Me encanto. 🙂 gracias por compartirlo. Me sentí identificada. Amanda yo también soy TS pero me dedico a casi todo lo que se me ponga por enfrente.

  14. Gonza Nieve

    Me encantó, cuantas veces me sentí un ateo vocacional, cambié dos veces de carrera y a la segunda ya no le doy tanta bola como antes, la paso mejor trabajando que estudiando. Actualmente tengo un emprendimiento de comida vegana con mi novia, además de mi trabajo, y hacerlo me llena más de lo que un 7 en al Universidad aunque mi entorno vea que pierdo el tiempo.

  15. Hace 6 años deje la carrera y prometí regresar, pero se me ha dificultado, trabajo y no me ajusto; quisiera tener un titulo universitario pero la verdad odio los horarios no me gustan y estoy pensando dejar hasta mi trabajo.
    Siempre he sido muy inestable emocionalmente ya saben hoy quiero ser esto mañana aquello y hasta inmadura (bueno eso creen mis papás por aun no saber que quiero ser) pero pienso que es por qué fui criada con el chip de debes «ser profesionista» para «obtener $$» en la actualidad lo único que me interesa es ser FELIZ pero aun no sé como serlo he perdido muchísimo tiempo en definir que deseo.
    Mis preguntas: ¿algún día lo sabre? ¿qué puedo hacer para definir y aterrizar mis ideas? ¿qué puedo hacer para sentirme completa antes de empezar?
    Gracias bellas <3

    • Amanda A

      Hola Samanta.Te entiendo perfectamente, y no te preocupes porque una nunca pierde el tiempo conociéndose. Lo que yo he aprendido es que, en realidad, nunca terminaremos de conocernos del todo, por lo que imagínate, podríamos pasarnos la vida «pensando». Mi solución contra el pensar tanto es probarlo todo.
      Por cada idea que te venga a la mente con la que crees que podrías ser feliz, haz una prueba. Por ejemplo si crees que te gustaría trabajar con niños, podrías probar siendo voluntaria, ahí podrías ver cómo te sientes al final del día, llena de energía, o vacía, y así podrías ir descartando ideas, o sumando aciertos! Ojalá encuentres muchas pasiones por el camino 🙂

  16. Qué peso me he quitado de encima al leer que no soy la única, que es normal, no encontrar tu vocación, o tener muchas, y estudiar algo, y dedicarte a diferentes actividades que pueden ser circunstanciales y que en ese momento te dén lo que requieres, ya sea dinero, satisfacciones, poder… qué se yo.

    Muchas gracias, me declaro atea vocacional y que el mundo ruede!!!

  17. carmen peña

    Desde pequeña soñe en mil cosas que podia hacer, pero al llegar a esa edad coyuntural, donde tus padres empiezan a presionarte, ya ni sabes, lo que comunmente lo llamaria malparidez existencial y pienso que todo el mundo pasa por esta situación, el «que hacer»nos lleva a situaciones inpensables, y ahora, leyendo este articulo, veo en retrospectiva y pienso, estoy ahora donde deberia estar?…dificil pregunta, pero no me preocupare de responderla, es solo que estoy aprendiendo a dejar mi vida al azar, y no dejo de sorprenderme con las cosas que me pasan, buenas y malas, solo espero que no se acabe muy pronto mi capacidad de asombro, al fin de cuentas, estamos en este mundo para ser felices….

  18. Susanna Svensson

    Gracias! Tus palabras han llegado justo para concordar con mis sentimientos y así poder anhadir una nueva pieza al puzzle que esta siendo el entender y completar quien soy. A seguir dejando libre nuestro ser !

  19. Hola Genias!! Otra vez dando en el clavo de un tema importante (al menos para mi). Ya cerquita de los 40 estoy por empezar una nueva carrera que no tiene punto de conexiòn con todo lo que venìa haciendo hasta ahora. Sè que dejar atràs todo lo conocido y «seguro» (aunque frustrante ùltimamente) puede sonar suicida, pero no me queda otra. O, al menos eso siento. Siempre fui haciendo las cosas segùn las sentìa. Algunas me fueron mejor que otras, pero en todos los casos al menos, me animè. No creo mucho en eso de las «vocaciones». Sobre todo en un mundo donde hay precio para todo y hay como «vocaciones» mejor pagas que otras, a veces pueden confundir màs el camino que uno viene a recorrer. Ademàs, en aquellos casos en los que me habìa dejado guiar por los dictados del «alma», resultaba que ahì tambièn encontraba las mismas miserias que podrìa haber encontrado en otros ambientes. Y terminaba por asquearme. Asì que estando màs esceptica de los roamnticismos del tema y pròxima a empezar otra etapa, cada vez voy creyendo màs que las «vocaciones» de ùltima son siempre «màscaras» que uno puede utilizar o no segùn las circunstancias y cambiarlas cada vez que uno crea necesario. Sobre todo, si uno creciò en paìses como el mìo donde la economìa no es un valor estable y hay que reinventarse la vida constantemente. Salud a todas!!!

  20. ¡Holaa!

    Me encanta Proyecto Kahlo, lo sigo desde hace meses y me encanta su contenido. Soy una joven de 22 años -recién cumplidos-, toda mi vida quise estudiar medicina. Bueno a lo largo del tiempo surgió el deseo de estudiar otras carreras pero mi constante siempre fue medicina. Cuando llegué a mi último año de colegio mi nota de admisión a la universidad pública que da la carrera en mi país -solo existe una pública cuyos costos son casi nada que la da- no fue suficiente. Decidí entonces meterme a una carrera que nunca había contemplado, farmacia, y aunque en mi familia hay farmacéuticos, nunca la había considerado entre mis opciones. Mi idea fue: los planes de estudios se parecen durante los primeros años y si me pasaba -era la misma universidad- se me convalidarían los cursos.

    Fue una gran pelea cada día, porque estaba frustrada y a pesar de mis esfuerzos no conseguí pasarme a medicina durante mi primer año en la universidad. Pero no se sentía tan mal el estar allí porque mi motivación personal era «debo llevar estos cursos porque medicina también los lleva», pasó el tiempo, yo aprobé cursos con excelentes calificaciones pero llegué al límite donde la similitud y la diferencia se bifurcan. Mi ánimo se desgastó y al cuarto intento que haría la prueba de admisión decidí terminar el semestre en mi uni y meterme a una privada.
    Fue muy difícil y sinceramente no fui capaz de afrontar el cambio y me devolví después de un ciclo lectivo de la universidad privada a la pública. A pesar de que era farmacia, seguía siendo mi zona de confort y creo que ahí estaba el error.

    Había pasado los últimos 3 años esquivando los cursos que no necesitaría en medicina. Ahora estoy a las puertas de un nuevo semestre -inicia en marzo- y estoy frente a una difícil decisión, estoy confundida, ansiosa, estresada y todo lo que quieran agregarle que esté relacionado con «estoy indispuesta y preocupada».

    Soy una lectora apasionada y me llamo a mí misma escritora. Comencé a crecer como devoradora de libros desde que entré a la u. Como bien se sabe, uno llega a la universidad y su mente se abre, descubrí que me gustaba una carrera: filología. En ese momento pensé: ok, terminaré medicina y cuando lleve mi especialidad avanzada o la haya terminado, estudiaré filología como un hobby.

    Cuando volví el año pasado, me abrumó todo lo que había estado evitando durante años y sumado a ello, unos problemas de salud me instaron a retirar los cursos después de un mes de iniciado el semestre. Sería entonces todo un año donde no estaba estudiando (descontando el primer ciclo que estuve en otra uni y el mes que estuve en mi uni de siempre) -trabajaba en un negocio familiar- y dada mi forma de ser: siempre luchadora, una mujer que nunca se daba por vencida… simplemente me quebré y entré en este ciclo de «no sé qué haré con mi vida».

    Aferrada a un nuevo deseo, concursé a carrera por filología y fui admitida, a la fecha no he matriculado, estoy activa en farmacia y en filología pero aún no sé qué haré, es decir, no sé dónde meterme. Letras me gusta mucho pero farmacia tiene la parte científica y de salud que me ha encantado desde siempre, si bien no es medicina es lo que tengo ahora. Entrar a filología solo pospone mi sueño de estudiar medicina, no lo veta. También tengo que contarles que para terminar farmacia me queda todavía mucho camino (4 años y medio) y filología son 5 años y medio, casi como empezar una carrera entera en ambos casos.

    La verdad me encantaría que me aconsejaran, ya he escuchado la opinión de varias personas que me conocen pero no deja de gustarme la idea de pedir las palabras de alguien más, que sabe y entiende.

    Gracias de antemano,
    Helena

    • Amanda A

      Hola Helena. Hay algo con lo que me identifico totalmente. Bueno, muchas cosas. Tú misma dices que estudiar filología no veta tu sueño, pero lo retrasa. No se si te has dado cuenta de que la palabra sueño sólo la utilizas al hablar de la rama de las ciencias, ¿sabes qué significa eso no?

      Yo intenté estudiar filología y hasta periodismo, pero mi di cuenta de que para escribir no necesito una carrera. Si miras a cualquier escritora que te guste, encontrarás de todo, desde funcionarias de limpieza, de paquetería, oficinistas… Escribir puedes hacerlo cuando quieras, porque seguro que para ti es un placer. Bueno, no se si te he ayudado o te he liado, pero mucha suerte, yo veo que en realidad ya sabes lo que quieres 😉

    • Supongo que siempre lo he sabido, es algo que viene conmigo. Es solo que me he burlado tantas veces los cursos propios de la carrera (farma) que desarrollé un temor muy grande. Si bien me encanta salud es evidente que el enfoque en farma es más químico/ingeniería del que pueda pensarse y ello dista de lo que siempre me ha llamado al área de salud. No sé, la verdad… como dices para escribir no hace falta una carrera y siento muy dentro que estoy corriendo a refugiarme en una de mis pasiones como si me hiciera olvidar todos los miedos e inseguridades. Pero no deja de sentirse correcto el «huir» hacia ese puerto. Estoy confundida pero mayormente asustada.

  21. Amanda y Marta…

    Interesante planteamiento, aunque disiento en algunos aspectos. En primer lugar creo que la vocación debe ser algo más que una insinuación profesional predestinada para ser felices.

    La vocación, desde mi punto de vista, es la pasión con la que hacemos las cosas. Si lo que haces en tu cotidianidad; ir al trabajo, desempeñarlo, estudiar una carrera, ser mamá… se remite solo como sacrificio, sin ningún compromiso de sentimientos, sin una entrega real, es decir, si no lo haces con gusto, seguramente vas a ser menos feliz que si pasa todo lo contrario…. si vas a dónde quieres ir, vives de la forma en que querías vivir y haces lo que deseaste hacer, esos deseos que te llevaron a actuar, son precisamente, la iniciación de la vocación. Claro, tendríamos que llegar a reconocernos a nosotros mismos para identificar entre vocaciones reales y caprichos de momento.

    Gracias por el espacio para comentar.

  22. Ufff… Respiro y escapa un suspiro.
    Que alivio leer algo que identifica y se acerca mucho a una vivencia propia. Comparto ese pensamiento que algo que espanta es que a una edad temprana se tenga que elegir lo que es ‘nuestra vocación’. Dudé mucho al momento de escribir en mi tarjeta de postulante la profesión que ahora ejerzo. Durante los primeros años de egresada resultó frustrante ejercer, con el tiempo en distintas áreas de mi profesión fui descubriendo que muchos otros temas lejanos a mi carrera también son de mi agrado. Es cierto, uno debe perseguir lo que quiere, siempre y cuando sepa exactamente qué es. El temor a equivocarme es lo que me detiene pero al leer este artículo; sin duda alguna me declaro atea vocacional. El trabajo es un generador de ingreso y son las pasiones las que nos llena de vida y no debemos dejarlas de lado.

    Muchísimas gracias por esto, no tienen idea del momento preciso en que lo leo.

    (Y Noelia, eso del miedo a las decisiones lo comparto. Creo que el detalle está en no pensar tanto y actuar más)

  23. Nayeli Azamar

    En mejor momento no pudo haber llegado tu artículo a mi vida! Acabo de dejr la escuela este semestre porque no me ha gustado la carrera y ni era lo que quería estudiar, pero con tal de complacer un poco a mis papás la tomé, y los comentarios más constantes desde que la dejé han sido «¿y ya tienes idea de que vas a estudiar? Ni sabes que quieres de tu vida, deberías estudiar esto, no tienes vocación para eso, tal carrera esta bien pagada, hoy quieres ser esto mañana lo otro…» y si, ahors tengo algo miedo de que la carrera que ahora si quiero sea una decepción de igual manera. Ahora mi duda es: si decido seguir este ateísmo vocacional, ¿que pasará?
    Un millón de gracias por tu artículo, y me ayudara un poco más la respuesta.
    Mil gracias!

    • Amanda A

      Hola Nayeli, no te preocupes por no acertar esta vez, yo no acerté hasta la tercera, y ni si siquiera lo considero un acierto, porque aunque me gusta mucho, sé que si me dejaran seguir probando, ¡seguiría probando toda mi vida!

      Lo que me demuestra eso es que hay cientos de opciones válidas para cada unx de nosotrxs, y que si te centras, como yo, en encontrar tu «media naranja laboral» te puedes volver loca, y quizás morirte sin conocerla. En cambio, ¡mira la cantidad de frutas que hay para probar y con las que ser felices!, sólo basta con que se ajusten un poco a tu personalidad y te ayuden cada día con algún buen momento (y dinerito).

  24. Sigue pareciendome increíble que alrededor del Mundo se fuerce toda esta situación a una vocación de por vida desde temprano en la vida en donde ni siquiera nuestras hormonas estan quietas.
    Gracias por escribir la realidad. Yo creo que mientras nos formamos para decidir qué es lo que bos apasiona deberiamos estudiar todo eso que nos hicieron pensar que no vale la pena seguir porque no nos darán el pan de cada día. Soy una creyente de que si te esfuerzas al 100% en todo lo que haces, luego en retroespectiva sentiras que no perdiste tu tiempo. El entre tiempo de lo que es descubrirnos pasa cada tanto en la vida, solo hay que saver aprovecharlo y saber que la vida no se termina por algo que no funcionó. En mi la clave es constantemente agotar todo lo que se pueda hasta estar segura que quiero ser reconocida aparte de por intentar todo, es SER blah blah blah (la carrera que realmente me llene)
    (:

  25. Sara Delgado

    Me declaro atea vocacional. Siempre he admirado a las personas que tienen claro lo que quieren, lo asociaba al éxito (personal, profesional…), pero el éxito es ser honesto con uno mismo en cada momento; y el ser humano es dinámico, debe adaptarse a cambios impuestos o elegidos ¿por que iba a ser diferente en la profesión que escogemos en cada momento? No creo que el trabajo que desempeñemos deba ser nuestra etiqueta de presentación, somos algo más… Y yo no sería tan feliz si ignorara las pequeñas inquietudes con las que me despierto cada día.

  26. cindirela

    Increíble como la casualidad te trae sorpresas o mejor dicho respuestas a esos instantes personales donde la respuesta tela das tu misma o un grupo de personas Q piensan como tu…encontré mi grupo..mi punto de referencia

  27. Caracola

    Ojalá alguien me hubiese dicho esto hace 4 años…
    No sé que hacer con mi vida, nada me apasiona, estoy en un trabajo que odio y sé que debería estudiar algo, pero no sé qué…
    Tengo 22 años y siento que estoy desperdiciando mi vida…me siento inútil, tonta, desde niña todo lo que quise fue entrar a la universidad y ser una profesional, logré entrar pero fracasé y aún no me recupero de esa caída…

  28. Mas identificada no me he podido sentir. En septiembre dejé la carrera que siempre quise estudiar pero salió rana, y actualmente me encuentro esperando esa inspiración divina que no vendrá…
    Mi duda es…si me pongo las gafas de ese ateismo…qué ocurrirá? Me dejo llevar? Y si pierdo mas tiempo de lo que ya he perdido?
    Llevo desde septiembre con mucho miedo a mis propias decisiones.
    Me anima mucho saber que no soy la única perdida en el mundo de las llamadas vocaciones…
    Gracias!

    • Hola Noelia, me encontré este artículo por mera coincidencia y me identifiqué pero Hasta que leí tu comentario supe el porque me encontraba aquí. En junio del año pasado dejé también «la carrera de mis sueños» y las razones son varias. Comentabas que tienes miedo de tus decisiones, y te entiendo, totalmente. Podrás ser la persona mas perfeccionista del mundo y aun así tendrás miedo de tus decisiones. Es super normal y de humanos tener miedo. Yo soy de la idea de que no necesitas un título para ser alguien y ser feliz. Solo…has lo que te haga despertar todas las mañanas con una gran sonrisa…Así eso sea un trabajo, un objeto o el amor.
      ¡Paz!

  29. Su entrada me causo tanta curiosidad y es que a veces la vida te persigue y te dice exigiéndote escoge vocación antes de que sea tarde, pero son esas pequeñas cosas tan grandes e infinitas que nos hacen vibrar que se considera vocación porque nos encanta y amamos hacerlo. Saludos a quienes escriben las entradas. Saludos desde Perú y sigan asi!

Navegar

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies