Quiero quitarme prejuicios machistas; Desde que no me encuentro bien mentalmente no tengo deseo sexual. Las consultas del mes de octubre giran en torno a cuestiones que deseáis cambiar.
Buenos días.
Quisiera comenzar agradeciendo por su respuesta anterior, a la vez quisiera que me orienten en dos cuestiones. Tengo 19 años, a lo largo de estos años que salí del colegio poco a poco empecé a alejarme de conceptos machistas que tenía muy metidos en mí, pero hay algunos de los que no logro ni convencerme a mí misma de que no hay nada de malo.
El primero es el largo de un short, porque algunas chicas suelen usarlo muy muy arriba y son llamadas putas. Es un término que sí he utilizado alguna vez, pero quiero quitarme el pensamiento de que la ropa hace a una mujer puta o cosas así, disculpe la palabra.
Hay otro dilema en mí, el hecho de que una mujer soltera y sin compromiso puede tener relaciones sexuales con otras personas y sin hacer daño a terceros. Dicen de estas mujeres que no se respetan así mismas, no valoran su cuerpo. Realmente quisiera librarme de todo estos pensamientos.
Agradezco su respuesta.
Saludos a todos :).
¡Hola X!
Gracias por confiar en nosotras :).
Respecto a tus preguntas, creo que por el simple hecho de formularlas ya eres consciente de que estas cuestiones en sí mismas encierran una trampa: son creencias erróneas, el largo del short no significa nada sobre la vida de las mujeres e igualmente pasa cuando tienen varias relaciones sexuales.
La idea básica es la libertad: cada una decide vestirse como quiere y tener las prácticas sexuales que quiere y no pasa nada (mientras no haga daño a nadie, como señalas). El problema no está en esas personas, ya sea por cómo visten o por cómo viven su vida sexual, sino por los prejuicios que hay hacia las mujeres, que son limitantes: parece que hagamos lo que hagamos, está mal. Si llevas short muy corto te insultan, si no enseñas nada eres una mojigata; si tienes muchas relaciones sexuales no te respetas, pero si no tienes ninguna eres una frígida, una estrecha. El caso es señalarnos tomemos la decisión que tomemos.
Pero, como te digo, la gracia está en que cada una pueda ser libre, hacer lo que le parezca mejor con su vida. Y el papel del resto de mujeres es no juzgarlas, si no apoyar estos estilos de vida libres, esta vestimenta libre, que ellas eligen. No hay más secreto. Se trata de ver que son cuestiones de decisión personal, y que nadie tiene derecho a juzgar a nadie por decidir una cosa u otra.
Espero haberte ayudado,
¡Un abrazo!
Irene
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Hola chicas del Proyecto Kahlo.
Les quiero decir que me encanta su revista es una gran bandera a favor de las mujeres y la humanidad.
Les quería contar mi situación estoy hace casi tres años de novia con el hombre más sensacional del planeta, es lindo, tierno, todo lo que siempre me imaginé de un hombre y más, pero cuando hablamos de sexo hace meses que no tenemos «buen sexo».
Es muy loco porque realmente estábamos conectados, era increíble. Pero hace un tiempo que yo no tengo ganas o que no coincidimos: cuando él tiene ganas yo no y viceversa.
Yo ando atravesando una situación personal muy fuerte, hace un año tuve ataques de pánico y desde ahí no soy la misma. Si bien sigo tratamientos médicos me siento desinflada, sin ganas de tener sexo ni de de tocarme, y no sé qué hacer. Siempre fui una persona muy deseosa y fogosa, y siento que mis problemas personales se están trasladando a la relación.
Gracias por leerme.
Querida A.,
Muchísimas gracias por tus felicitaciones a Proyecto Kahlo. La verdad que gracias a gente como tú seguimos para delante y nos encanta que os identifiquéis con la revista. También agradecemos que confiéis en nosotras para contarnos vuestras inquietudes personales, es muy valiente por vuestra parte.
Dicho esto, al lío. El deseo, como tú bien has identificado, es el motor de las relaciones eróticas y cuando éste no está muy presente, nos solemos preocupar. Eso sí, que no cunda el pánico. Hay soluciones.
Lo más importante aquí es tu situación actual. Cuando una persona no está sana suele ocurrir que se ponga en segundo plano todo lo que tiene que ver con su sexualidad. Aquí realmente, que no haya el mismo deseo, no es ahora lo prioritario, lo más importante es que tú te cuides y te sanes. Además las medicaciones pueden generar efectos secundarios que pueden afectar en nuestro ánimo y también en nuestra sexualidad. ¿Qué quiero decir con esto? Que seguramente, cuando te encuentres mejor, cuando tu salud mental esté sana, irás poco a poco recuperando tus ganas de mantener relaciones eróticas con tu pareja.
A la falta de deseo hay que ponerle nombre y apellidos. Es decir, ¿de qué no tienes ganas? ¿De coito? ¿De acariciaros los cuerpos? ¿De tocaros, de lameros, de masturbaros…? ¿Qué es para ti buen sexo?
Cuando alguien no está pasando un buen momento y hay una queja de falta de relaciones eróticas, lo que se suele recomendar son deberes. Es decir, hay que exigirse pocos encuentros, pero los que haya que se intenten que sean de calidad. Si antes las relaciones eran de forma espontánea, ahora hay que planificarlas un poco (para que ninguna de las dos personas se cree expectativas y si no se cumplen, genere frustración o problemas en la pareja). Así si se empieza a ponerse como deberes, poco a poco, seguramente empiecen a surgir espontáneamente. Eso sí, para procurar que sean de calidad, habrá que identificar qué es lo que echo de menos hacer o que me hagan en la cama. ¿Cuál es mi encuentro erótico ideal? Igual que nos ponemos obligaciones en nuestro trabajo, en esta etapa, nos tendremos que poner deberes de cama también. Lo de masturbarte irá surgiendo, o no, siempre es más fácil poner deberes en pareja que a unx mismx.
Sin embargo, repito, ahora lo más importante es tu salud mental. Cuando la recuperes, cuando te sientas mejor, volverás a ser la misma persona dentro y fuera de la cama. Ahora se pueden poner deberes, hacer «apaños»… pero casi que esto no tiene que ser lo más importante. Tu pareja debe de entender que esto es así, tiene que respetar tus «no quiero», «no me apetece» siempre y cuando, acto seguido, le des razones, le refuerces su apoyo como pareja, su respeto, sus cuidados. Porque si no, para esa persona, es doblemente duro.
Espero que la próxima vez que nos escribas sea para decirnos que te encuentras mejor, que poco a poco vas recuperando tu vida, tu salud y a ti misma.
Un abrazo,
Núria
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