Entre tanta crisis, ¿qué tal si te invito a sacudirte el polvo y volver a batir las alas?
Quizás conozcas a Sam Berns. Si no lo conoces quédate; y si lo conoces, también. Para ponernos en contexto: Sam padecía una rara enfermedad genética llamada progeria que hacía que su cuerpo envejeciera a gran velocidad y le daba una esperanza de vida que no superaría la adolescencia. A pesar de ello, quiso transmitirnos lo feliz que era y nos explicó que estaba dispuesto a aprovechar su vida de la mejor forma. Estos son los tres sencillos consejos que nos regaló en su discurso TED Mi filosofía para una vida feliz. Aunque lo hayas escuchado, te animo a quedarte y compartir conmigo tus reflexiones, no importa que sea en silencio.
Céntrate en lo que sí puedes hacer
Está bien si no puedes hacer algo, porque hay mucho más que sí puedes hacer. No sé tú, pero yo he oído pocas cosas tan sencillas y brillantes. Es un gran consejo para un chaval de diecisiete años. Quizás no pudiera correr una larga distancia, pero Sam disfrutaba muchísimo con los cómics, la música y el béisbol entre otras aficiones. Yo me sumo a la reflexión. Creo que la vida se escribe con infinitas notas y nosotrxs elegimos a cuál queremos darle más importancia en la melodía.
Además, algunas de esas cosas que no podía hacer Sam, en realidad sólo necesitaban un cambio de perspectiva para llevarse a cabo. Por ejemplo: él soñaba con desfilar con la banda de su instituto, pero tenía que llevar un tambor con un arnés que pesaba demasiado para su cuerpo. Parecía imposible, hasta que decidió cambiar la perspectiva y se puso manos a la obra junto a su familia y la ayuda de un ingeniero para fabricar uno mucho más ligero que sí pudiese cargar. Cuando lo consiguió, entendió que también podría lograr muchas otras cosas, sólo necesitaba centrarse en lo que sí podía hacer.
Rodéate de personas con las que quieras estar
Después de charlar con una persona puedes sentirte llena de paz e ilusión o llena de tristeza y preocupaciones. Sam eligió bien las personas de las que quería rodearse. Cuando estaba tocando con la banda se olvidaba completamente de su enfermedad porque estaba creando algo genial y disfrutando del momento con quien quería. Inspirada por sus palabras, me gustaría decir que la vida es demasiado corta como para rodearse de personas que no te abrazan con la mirada. La comprensión de tus amigxs cuando les cuentas algo, las riñas con los hermanxs que se apropian de tu ropa o la película de sobremesa acurrucada con quien te quiere bien. Vamos a vivir dos días en este planeta. Por si te olvidas rápido te lo vuelvo a repetir: vamos a vivir dos días en este planeta. Cuando seamos mayores nos dará igual todo lo que hayamos comprado o la cantidad de gente que nos felicitaba en nuestro cumpleaños. Querremos recordar los momentos felices con las personas que nos ofrecían su sonrisa y sus abrazos, las que sumaban a nuestra vida sin restar nada y nos hacían querer avanzar cada día. Da igual que sean diez o una, rodéate de aquellas con las que realmente te guste estar.
Sigue avanzando
Es importante encontrar un motivo que nos impulse a seguir hacia adelante. No hace falta que sean grandes cosas. Sam esperaba con ilusión que saliera el próximo cómic, quedar con sus amigos o las vacaciones en familia. No malgastaba demasiada energía estancado en un problema. No valía la pena. Creo que podemos extraer algo más de este último consejo y es que no importa lo que haya ocurrido, lo importante es lo que tú puedes hacer que ocurra a partir de ahora. O tal y como dijo Sam: No es que no haga caso cuando me siento mal: lo acepto, lo dejo entrar. Así puedo reconocerlo y hacer lo que necesite para superarlo.
Espero que sus palabras, si estás atravesando por un mal momento, puedan reconfortarte. Recuerda: céntrate en lo que sí puedes hacer, rodéate de buena gente y no dejes de mirar hacia adelante nunca. Sam murió el mismo año en que pronunció aquellas palabras, viviendo una vida que sí valía no la pena, sino, sobre todo, la alegría. Si quieres saber más sobre él, puedes ver su charla TED aquí. Sam también fue el protagonista de un documental de la HBO basado en su propia vida.
Siento que no importa en qué elija convertirme, creo que puedo cambiar el mundo, y mientras esté tratando de cambiar el mundo, seré feliz.
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