Palabras de quien te conoce más que nadie

Esta carta está escrita para mi Cecilia del futuro. Para la Cecilia de 83 años, exactamente 50 años más grande que yo. No sabremos si algún día podrá ser leída, o si llegará a reencontrarse esa Cecilia con la que hoy pone en palabras sus pensamientos, pero haremos el intento.


Ilustración: Yolanda


Hola, Cecilia. Qué raro es estar saludándote como si fueras otra persona distinta a mí, a la que escribe. No sé bien cómo llamarte porque decir tu nombre, mi nombre, implica una despersonalización que no es fácil de entender. Voy a decirte amiga. Acá vamos de vuelta…

Hola, amiga. Desde Proyecto Kahlo nos propusimos escribir cartas a nuestros futuros o pasados yo. Yo te elegí a vos. A una Cecilia que todavía no existe. ¿Existirás alguna vez? Hoy no lo puedo saber. Tenía ganas de escribirle a la que fui en el pasado, pero me pareció mejor hacerlo con la que todavía no fue, que puede ser, que tal vez sea distinta a lo que yo creo que será, o que por ahí sea exactamente igual. Cómo costó llegar hasta acá, amiga. ¿Fue difícil llegar hasta donde estás vos hoy? Te cuento que mi vida se me pasó bastante rápido. Quizás esto sea resultado de haber experimentado ya la parte de la vida en la que más responsabilidades, consignas y fechas límites se nos imponen: recibirte en la escuela, estudiar, trabajar, ser una mujer independiente, tener pareja, tener amigas, salir, divertirse, militar, viajar. En la vorágine de todas esas cosas, un día me di cuenta que tenía más de treinta años y que había desarrollado muy poca conciencia del paso del tiempo. Puedo fácilmente cerrar los ojos y recordar cuando era chica, jugando con mis hermanas en el piso de casa o cuando era adolescente y recorría los pasillos de la escuela con mis amigas. Sin embargo, no puedo darme cuenta cuándo fue que me convertí en la adulta que soy hoy. ¿Pudiste lograrlo ya? ¿Qué se siente haber pasado tanto más tiempo? ¿Recordás este tiempo desde el cual te escribo, el año 2015?

Quiero preguntarte muchas cosas, amiga. ¿Qué es de tu ideología, tus ideales? ¿Seguís pensando que el mundo se puede cambiar? ¿O perdiste esa fuerza que hoy se siente como un fuego desde adentro del corazón, en ese lugar recóndito al que le decimos alma? ¿Cambió ya el mundo? Quiero saber. ¿Los cambios fueron tan veloces e incomprensibles como lo son hoy? Tal vez no recuerdes, aunque siempre tuviste buena memoria, que hoy el mundo es un lugar complicado, difícil. Todavía es injusto. Yo no sé si algún día lo dejará de ser. ¿Vos qué pensás? También creo que las sociedades se permiten cada vez más abrirse a nuevas circunstancias y realidades, y ojalá cuando lleguemos a tu momento histórico podamos mirar con más alegría el porvenir. Si todavía seguís siendo vegetariana, ¡lo logramos! Ya viviste más parte de tu vida sin consumir animales. ¿Te acordás el día que recién empezaste? Qué seguridad tuviste, me sigue dando orgullo.

Amiga, ¿cómo es tu cuerpo a tu edad? ¿Cambió en algo? ¿Pudiste adelgazar, pudiste hacer que las piernas sean más delgadas? ¿Seguís llevando el pelo largo como prometiste siempre que ibas a hacer de vieja? ¿Qué pasó con los rollitos de la panza? ¿Seguís comiéndote las uñas y pintándolas inútilmente con la esperanza de dejar el mal hábito? ¿Lograste sentirte totalmente a gusto con tus arrugas, tu celulitis, tus kilos de más, tus granitos, tu rosácea, tus canas? Cuesta cada vez más ocultarlas. ¿Lograste vencer el miedo de tatuarte la piel? Ojalá decidas llenarte de dibujos a tu edad, cuando más raro sea. ¿Está tu cuerpo más cansado? ¿Qué partes te duelen? Mirá que ya hoy la energía no es la misma de antes, te lo advierto.

No sabés cómo me gustaría que me cuentes qué pasó con el feminismo, con tu feminismo. ¿Siguen dudando de su utilidad, te siguen cuestionando? ¿Qué son las mujeres para tu sociedad? ¿Cuántas mujeres ganaron el Premio Nobel, son presidentas, comandan ejércitos, fueron a la Luna, dirigen orquestas y equipos de fútbol, construyen edificios? ¿Alguna vez te enamoraste de alguna? ¿Te das cuenta a tu edad que el feminismo te hizo ser una persona más libre, más solidaria y feliz?

Amiga, decime. ¿Te siguen emocionando las mismas cosas o tu espíritu se debilitó? ¿Te pasa como a mí, a veces, cuando volvés a escuchar una canción y lloras casi automáticamente? ¿Seguís siendo infantil e inmadura como lo eras de chiquita y como hoy? ¿Te acordás cuando te daba vergüenza hablar en clase, cuando te costaba pedir ayuda o te encerrabas en tu walkman? ¿Seguís escuchando la música a todo volumen y bailando sin ninguna lógica? ¿Te acordás cuando te enseñaron a bailar libremente? No fue hace mucho, pero qué lindo fue. ¿Pudiste alguna vez ver caballos salvajes correr cerca tuyo? ¿Leíste todos los libros, miraste todas las películas, escuchaste todos los discos, visitaste todos los museos que alguna vez quisiste? ¿Te sigue maravillando la historia y el arte? ¿Seguís abrazando con fuerza, deseando suerte y llorando por todo? ¿Lograste conquistar los cielos y no sufrir más los vuelos en avión?  Aseguráme que es mucho más fácil viajar y que te animaste finalmente a recorrer el mundo.

¿Qué cosas te generan temor? ¿Seguís teniéndole miedo a la muerte? Sabés que cada vez estamos más cerca. Decime que todavía creés que vas a reencontrarte con los que ya no están, que nada te quitó esa ilusión, esa esperanza. Se me ocurre que tal vez a tu edad tenés más tiempo para pensarlo. Por ahí eso te impide dormirte a la noche, en la oscuridad, pensando en el momento en que todo se termine. ¿Te acordás cuando nos pasaba eso y la televisión se terminaba convirtiendo en la mejor compañía para olvidar? ¿Qué cosas te quedan por hacer, amiga? Me gustaría tenderte la mano y que juntas fuéramos a recorrer toda nuestra historia, así cuando recordemos los momentos tristes lloremos juntas y nos abracemos, pero también nos riamos juntas de todo lo que nos alegró, de todas las pavadas que hicimos y miremos sin tristeza ni arrepentimiento los momentos en que nos caímos o cuando algo nos salió mal.

Espero que me sigas queriendo, amiga, y que siempre te acuerdes de mí, de quien te escribió esta carta.

Cecilia

 

3 Comentarios

  1. Cristina

    Me encantó, me emocionó y me hizo pensar en lo mucho que cambiamos y no lo notamos porque seguimos el ritmo y los roles del día a día. Un saludo.

  2. ximenique

    Hermoso…. La verdad es que tuve tantas ganas de escuchar la respuesta o tú respuesta…. Y tengo tantas ganas de escribir una para mi para releerla año tras año y darme cuenta cuanto cambio aunque espero que no sean tantos. Saludos!

    • Cecilia

      Gracias Ximenique! Un saludo!!

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