La soledad tiene muchas caras: conformismo, valentía, disfrute o sufrimiento. Esta Frida las resume todas en este precioso poema.
Se venden soledades frágiles, esas que susurran al oído que no somos felices si no tenemos a alguien más.
Se regalan soledades conformistas, las que te obligan a quedarte en un lugar donde tu corazón no quiere estar.
Se rompen soledades adictas al sufrimiento, baja autoestima y doble moral.
Se desechan soledades de rechazo y culpabilidad, de terribles reproches y represiones, de esa pertubadora voz que te dice que nada cambiará.
Oh, querida soledad, de ti han hablado muy mal, has devorado almas pero tu objetivo es transformar. Asustas y quebrantas, eres la portadora de un nuevo comenzar.
Se alquilan soledades apacibles, las que cautivan y cuestionan la feminidad. Las que con sus silencios nos llevan a conocer nuestra sexualidad.
Se comparten soledades que buscan enseñar, ver más allá de físicos y etiquetas, lo divino que es cambiar.
Se transforman soledades en donde la mujer se pueda apoderar de esas crueles mentiras y cadenas que no nos dejan avanzar.
Se enamoran soledades, la justicia y la maldad, lo blanco y lo negro, el eterno balance, así eres tú, irónica soledad.
¡Oh, «querida» soledad, te hemos juzgado mal!
Kristal Marie Rivera (24)
Humacao, Puerto Rico
https://m.facebook.com/kristal.rivera?__nodl
2 Comentarios
Gracias a ti, Cesar Jaramillo por tu lectura! Un placer!
Que hermoso poema, si que la hemos tratado mal.
«Se regalan soledades conformistas, las que te obligan a quedarte en un lugar donde tu corazón no quiere estar.» Gracias por este fragmento, ¡Que sensación!.
Saludos desde Colombia