Ejercicio físico para el equilibrio

Ilazki lleva un año volcada en su proyecto personal-profesional y aunque está muy orgullosa de todos los retos que está superando, está siendo complicado equilibrar su vida personal, profesional y no volverse loca 😉


Ilustración: Inés


Hace más de un año que mi vida es una locura maravillosa. Ser emprendedora -ya hablé de ello en un artículo anterior-; intentar que en el plano laboral nuestras vidas -las de mi compañera de trabajo y yo- estén en el centro; gestionar a clientes de todo tipo; intentar entender todo el papeleo que se necesita para poner en marcha un negocio; seguir formándome día a día para aportar más a nuestros trabajos y a mí misma; escribir y ser editora en Proyecto Kahlo; estudiar inglés; ir a talleres de desarrollo personal; disfrutar de mi gente, de mí misma y viajar. Todo eso sin volverme loca. Es increíble tener la oportunidad de poner en marcha un proyecto en el que llevaba tiempo pensando y que esa sea la fuente de mis ingresos mensuales hoy en día. Pero en algunos momentos, es agotador. Todo es nuevo, cada día es un reto y aunque sea muy enriquecedor, nadie dijo que fuera fácil 😉

Uff… he tenido momentos en los que me sentía desbordada, ya que quería hacerlo todo -y bien-, pero en los que pensaba que no llegaba a todo. Supongo que todes hemos tenido momentos así en una época u otra de nuestras vidas. Un día en el que estaba compartiendo esto con una amiga, me comentó «sólo con escucharte me estoy agobiando hasta yo». Y sí, tenía razón, pero era como me sentía. Quería hacer todas esas cosas, pero son actividades en las que mi cabecita tiene que pensar y el agotamiento mental estaba llegando a tal punto que me era imposible responder en todo. Lo primero que hice fue cambiar mi diálogo interno y en vez de castigarme con los «tengo que» empezar a hablar de los «quieros». Ya que sí, es así, quiero hacer todas esas cosas y soy consciente de que es una temporada en la que estaré más atareada. Pero sé que será eso, temporal. Ya que en unos meses terminaré los cursos y los asuntos de la empresa, poco a poco los iré aprendiendo y haciendo con más facilidad.

Pero claro, por mucho que cambiara mi diálogo interno y que intentara no autoexigirme tanto -aún sigo trabajando en ello-, necesitaba algo más. De un día a otro no cambia tu forma de hacer y sentir las cosas tan fácilmente. Era consciente de que todo lo que hacía era mental, para todo lo que hacía tenía que poner la mente en marcha; pero no hacía nada para sacudir mi cuerpo. El deporte y el ejercicio físico ha sido clave para relajarme mentalmente y desconectar; es lo que me ha ayudado a encontrar el equilibrio entre mente y cuerpo. Hago deporte dos o tres días a la semana y es un placer. A mi ritmo, sin presiones, simplemente para olvidarme de los quehaceres y soñar despierta. Es mi oasis en estos meses de presión externa y autoimpuesta. Es increíble cómo me equilibra y me ayuda a no estresarme, a sudar los problemas. He practicado deporte durante años, pero últimamente con las presiones de querer llegar a todo no me he tomado el tiempo que merecía para mi cuerpo serrano. Pero, ahora es el momento en el que esos dos -cuando puedo tres- días que me tomo a la semana son inamovibles. Después de «mi tiempo», puedo quedar con amigas, estar tranquilamente en casa o ir a cenar; pero mi tiempo para el ejercicio no lo cambio por nada. Ya que, de ello depende mi bienestar emocional y físico, mi tranquilidad y en definitiva, mi felicidad. Por mí, por mi salud y por los que me acompañan día a día me merezco tomar esos momentos para el ejercicio físico: para mí misma.

A vosotras, mis queridas fridas, os recomiendo ponerlo en práctica. Si estáis acostumbradas, seguro que me entendéis, y si no es el caso, os animo a intentarlo. Aunque sea a caminar a paso rápido un par de días por semana durante un ratito, a nadar en la piscina del barrio o lo que más os guste, pero es imprescindible mover el cuerpo. Porque somos mente, pero también cuerpo. Aunque, durante toda la vida nos han hecho creer que el tema del deporte es cosa de hombres, que nosotras tenemos que dedicarnos a pensar; una vez más, nos han engañado. Para nosotras es igualmente necesario sentir nuestros cuerpos, trabajarlos físicamente para sentirnos bien. No por adelgazar, como lo vemos en la mayoría de los anuncios; sino, para sentirnos bien con nosotras mismas y para conseguir ese equilibrio tan necesario. Si podéis animar a alguna amiga o amigo, seguramente será más fácil empezar, que si lo hacéis por vuestra cuenta. Cada una a su ritmo y sobre todo, sin presiones.

Pensar está bien, pero sentir también <3 Sintamos nuestros cuerpos, cuidemos de nosotras mismas y tomemos tiempo para ello. Por nuestra salud y equilibrio.

Me siento agradecida por las locuras maravillosas que me han impulsado a descubrirme más y a aprender de les demás y de mí misma. Por esas locuras que me ponen a prueba cada día, que me ayudan a mejorar y a ser consciente de lo que siento. ¡Por más locuras enriquecedoras en vuestras vidas y en la mía!

4 Comentarios

    • Ilazki

      Muchas gracias a ti Karyna! 😉

  1. Añade un par de hijos a esa locura y, entonces sí, tendrás el caos total y absoluto!

    ; )

    • Ilazki

      Seguro que entonces sí, será el caos total y absoluto! jejeje. Ánimo María! Besos!

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