Abel y Sara nos proponen una batalla entre cine y literatura, ¿por qué os decantáis?
El cine se ha nutrido de la literatura para poder crear las obras. Grandes películas han salido de grandes (y pequeños) libros, y también, han destrozado obras literarias al completo. Boris Vian se coló en el estreno de la adaptación cinematográfica de su libro mas polémico, Escupiré sobre vuestras tumbas. Había participado inicialmente en el proyecto, pero poco después fue apartado por desavenencias con el equipo técnico y producción. Murió de un infarto durante la proyección. Cierto es que albergaba un delicado estado de salud, sin embargo, da que pensar.
Más allá de los éxitos o fracasos de taquilla, o de opiniones particulares en la eterna batalla cine vs libro, nos gustaría proponeros una serie de títulos en los que, por la pasión de sus personajes y la fuerza que trasmiten ante una cruda realidad, estamos segures que no os dejarán indiferentes, cualquiera que sea el formato que escojáis para disfrutar de ellos.
Para empezar, os proponemos La voz dormida, novela de Dulce Chacón (2002), llevada al cine por Benito Zambrano en 2011.
‘La mujer que iba a morir se llamaba Hortensia…’ ¡No es un spoiler! Es el inicio de esta novela histórica que se desarrolla en la postguerra civil española y narra, basándose en hechos reales, el silenciado y olvidado papel de las mujeres republicanas, que además de perder la guerra, sufrieron los siguientes años de represión.
Entre una cárcel madrileña de mujeres donde se encuentra Hortensia, embarazada, y una pensión a la que se traslada su hermana Pepita para estar cerca de ella, se desarrolla una desgarradora historia de hambre, frío, torturas, fusilamientos, y el miedo que se instaló en los huesos de muches durante décadas.
A pesar del gran reparto de la película, que cuenta entre otres con María León o Inma Cuesta, absolutamente vivas y sentidas, nos deja muchas tramas en el tintero respecto al libro, como la lucha de guerrillas en la sierra, y suaviza demasiado la crudeza de la situación que quiso mostrar Dulce Chacón para centrarse en las desgracias de las hermanas.
El grupo de rock Barricada dedicó una canción a Hortensia en su disco La tierra está sorda, titulada Hasta siempre, Tensi:
«Embarazada de ocho meses y llevaba sus escritos en un cuaderno azul,
La juzgarán junto a doce mujeres, el mismo número que aquellas menores,
Que fusilaron un cinco de agosto de mil novecientos treinta nueve,
Las trece rosas.
Y ahora solo quiere ver aquel último beso que se dio en el cerro con quien ella quiere,
Y ahora solo quiere ver aquel último beso que se dio con quien ella quiere»
Las 13 rosas que menciona Barricada es también el título de la película de Emilio Martínez Lázaro (2007), basada en el libro Trece rosas rojas, de Carlos Fonseca, que nos asoma a la vida de estas jóvenes flores fusiladas.
Y sin ánimo de amargar el día a nadie, pues a pesar de los trágicos argumentos que hemos elegido lo único que deseamos que veáis en cada una de estas historias es la fuerza de sus protagonistas, dejamos caer otro título, La verdad de Soraya M (2008), adaptación del libro La Femme Lapidée del periodista Freidoune Sahebjam. La historia que nos cuenta se centra en Soraya, una joven musulmana que es acusada de adulterio por su propio marido y es sentenciada a ser lapidada.
Con la llegada de un periodista a su pueblo nace la última y única esperanza de justicia, toda su historia está en manos de este, que poniendo en riesgo su propia vida se propone convertirse en la voz de la protagonista.
La Femme Lapidée, traducido años después como The Stoning of Soraya M.: A True Story, fue un superventas, sin embargo, no alcanzó la repercusión del film de Cyrus Nowrasteh, director y coguionista junto con su compañera Betsy Giffen, que con la dureza y una clave secuencia espeluznante, logra eficazmente su objetivo: concienciar al espectador acerca de la lamentable situación de la mujer frente al extremismo islámico.
Vayamos con un par de clásicos de cine y literatura:
Desayuno con diamantes, basado en la novela corta de Truman Capote, se convirtió en una de las pelis románticas clásicas más famosa de la historia del cine. Trata sobre una excéntrica chica que se muda al mismo edificio que un escritor en busca del éxito. Con una genial banda sonora, una siempre radiante y mítica Audrey Hepburn y un correcto George Peppard (El actor que interpretaba a Aníbal, el de El equipo A), el film dista mucho de la novela, convirtiendo la adaptación cinematográfica en una versión edulcorada de esta que funciona por ese halo de sofisticación, por el personaje magnifico de Hepburn y por su genial actuación. La novela es mucho más directa y real (en la versión escrita se especifica, sin lugar a dudas, que el personaje de la chica es prostituta), no se anda con remilgos y, por supuesto, no puede considerarse una comedia romántica. Además, Capote pone en un lugar destacado al personaje de Holly (la chica), convirtiendo al personaje del escritor en un mero observador.
En caso de tener que elegir, la novela gana por un cuerpo al film.
Otra clásico de cine es Apocalipsis Now. Una de las mejores películas de todos los tiempos, basada en la novela de Joseph Conrad llamada El corazón entre tinieblas, considerada a su vez un clásico ineludible de la literatura. En las dos obras, una expedición liderada por el protagonista remonta un río en la búsqueda de un hombre dado por desaparecido (un oficial del ejército americano renegado en el caso de la película,y de un explotador de marfil en el del libro). Según va avanzando la trama, la figura de los desaparecidos se va mitificando al descubrir sus pasos, y los símbolos y la existencia toman un cariz cada vez más enrevesado y sombrío. Lo que cambia de una a otra es el contexto, el África colonial en el caso del libro y la guerra de Vietnam en el de la película.
Las dos son grandes obras. Apocalipsis Now se sumerge en la guerra de Vietnam, y eso para mí la transporta a un nuevo nivel. El libro es denso y complicado de leer, pero muy intenso y tremendamente reflexivo. Difícil elección de nuevo, pero esta vez, por foto finish, nos quedamos con la película, con escenas potentes e inolvidables (Helicópteros con «la cabalgata de las Valkirias», «Charlie hace surf», Marlon Brandon gritando en susurro: «el horror») y banda sonora (The Doors, The Rolling Stones, The Beach Boys). Por cierto, hay un interesante documental que habla sobre el rodaje que fue complicadísimo y que arruinó a Francis Ford Coppola; se llama Corazones en tinieblas: el Apocalipsis de un cineasta.
«No creo que existan palabras para describir todo lo que significa, a aquellos que no saben qué es, el horror. El horror. El horror tiene rostro. Tienes que hacerte amigo del horror. El horror y el terror moral deben ser amigos, si no lo son se convierten en enemigos terribles, en auténticos enemigos»
Para terminar mejor con un dulce sabor de boca, ¿os apetece un poco de Chocolat?
Chocolat, basada en la novela del mismo título de Joanne Harris, fue llevada al cine en el año 2000 de mano de Lasse Hallström. Sin poder negar unas localizaciones maravillosas, así como la credibilidad de sus protagonistas, me quedo con el libro.
Narra la historia de una mujer soltera, Vianne Rocher, que se traslada con su hija a un pequeño pueblo francés en el que abre una tienda de chocolate repleta de dulces capaces de despertar los ocultos apetitos de les habitantes de un pueblo conservador, con arraigadas tradiciones religiosas, en el que nuestra protagonista representará una amenaza para las bases establecidas.
Entre sus páginas vemos cómo puede cambiar una persona, una relación, una ciudad, tan solo con probar un poco los placeres de la vida, pues Vianne posee el don de percibir el deseo de los demás, y la capacidad de satisfacerlo a través de un dulce.
Qué mejor para disfrutar de esta obra que haciéndolo en buena compañía, en compañía del «alimento de los dioses, burbujeante y espumoso, servido en tazones ceremoniales. El amargo elixir de la vida» ¡En compañía de ese pecado llamado chocolate!
Libros o cine. Da igual quién gane la batalla. Lo importante es participar.
1 Comentario
Me ha gustado mucho el artículo.
Tomo nota para leer lo que no haya leído y ver lo que no haya visto.