El cine también construye géneros

El cine es un importante agente socializador. Consciente o inconscientemente, a través de películas como Pretty Woman recibimos múltiples mensajes que suponen un (des)aprendizaje de los roles de género.


 

Las cuestiones de género, como en otras muchas instituciones sociales, también se construyen mediante el cine. Constantemente somos bombardeades con mensajes que hacen hincapié en las diferencias entre lo masculino y lo femenino, dándoles a los hombres un papel mucho más importante, superando a  las mujeres, desarrollando actividades diferentes (aventuras, actividades al aire libre, demostraciones de fuerza, inteligencia e independencia) mientras que nosotras nos vemos relegadas a actividades mucho más pasivas. En muchas ocasiones, desgraciadamente, de “mujer florero” y bien sexualizadas, imponiéndonos cánones de belleza irreales ¡Ah! y no olvidemos que el 90% de mujeres son blancas y occidentales sin ninguna discapacidad ¡Viva la diversidad del cine!

Por lo tanto, el cine también contribuye a fomentar esta desigualdad no sólo en adultes, sino en los niñes. Recordemos todas esas películas Disney que forman parte de nuestra infancia: el hombre siempre es el príncipe que debe luchar, salvar y proteger a la  bella princesa. Sin embargo, bien cierto es que poco a poco las cosas van cambiando y durante los últimos años los impuestos roles de género han sido un tanto rechazados en producciones audiovisuales. En este contexto aparecen personajes como Katniss Everdeen (protagonista de los Juegos del Hambre) o la princesa Mérida de Brave, mujeres fuertes que desafían a la sociedad o películas como Shrek, que destruye muchas construcciones sociales al tener como protagonista femenina a una mujer independiente, fuerte y con conocimiento de artes marciales y como protagonista masculino a un ogro que poco tiene que ver con el principe azul.

El por qué de esta situación es muy fácil: estereotipos. En cine, es lo que “más vende”, la manera más fácil de hacer sentir al espectador identificado con un personaje de la película, es más, suele ser una herramienta recomendada para la elaboración del guión. Y mí me gusta utilizarlos, pero para romperlos y sorprender.

Una de las películas en las que es muy fácil analizar cómo se construye el género es Pretty Woman. Puede gustarnos más o menos, pero no podemos negar que es tremendamente machista. Me voy a dedicar a comentar los primeros diez minutos (más o menos), porque la película en general da para mucho, pero creo que es relevante indicar que no sólo apesta el guión literario, sino el guión técnico, es decir, los planos utilizados. Apenas comienza, no lleva ni dos minutos y ya tenemos dos perlitas. Un hombre, haciendo un truco de magia con monedas a dos mujeres: “Digan lo que digan, siempre es por dinero” y “yo no le confiaría oro de verdad”. Claro, no vaya a ser que lo gastemos en ropa, complementos, maquillaje y vete tú a saber qué más. No sabemos manejar ahorros, por eso son ellos los que se tienen que encargar de la economía, para evitar que, como mujer, te pases y gastes más de lo que debes. ¿Qué tenemos aquí? Exacto: estereotipos.

Eso nada más empezar. Ahora la presentación de nuestros protagonistas de esta cenicienta moderna.

  • El personaje de Richard Gere, Edward Lewis, ya lo condicionan antes de que nos lo presenten. Recordemos que el contexto es una fiesta llena de personas vestidas de manera muy formal, que le buscan y una de ellas dice “estará con alguna bella mujer”, porque claro, como hombre de éxito que es, colecciona mujeres, Eso sí, bellas, que si no, no valen. Y entonces nos lo muestran: un plano medio, de tonos grises y elegantes, atendiendo el teléfono, bien vestido, en una habitación en un piso alto. En uno de los planos lo vemos de espaldas, y frente a él ventanas en las que podemos observar a toda la gente que estaba en la fiesta en le piso inferior. Y él por encima, porque claro, es un ser superior.
  • La presentación de Vivian es totalmente diferente: planos detalle que la cosifican. Primero de sus caderas, luego el pecho mientras se pone un top, las manos, las botas de tacón y por último su cara, que ni siquiera se ve entera, sólo un ojo. Pequeños planos que despedazan a la mujer, que no la muestran como un todo. Planos que tratan el cuerpo como un objeto de deseo, que además, es un cuerpo totalmente normativo (esto sin comentar que Julia Roberts utilizó dobles de cuerpo en muchas escenas e incluso en el cartel). A diferencia de él, ella es una persona de clase baja, con pocos recursos, que vive de la prostitución. No voy a entrar a comentar este último aspecto porque ya sabemos que es un tema muy espinoso, pero sí voy a decir que en la película lo muestran como algo degradante, indeseable y marginal.

De estos primeros minutos hay que destacar también:

  • El asesinato de una prostituta. Vivian pasa cerca, curiosea y escuchamos el dialogo entre un transeúnte y un policía: “¿Quién era su chulo?, su chulo era la cocaína, era drogadicta” …“se pateaba estas calles día sí, día no, vendiendo su miseria por un poco de cal” . No creo que haga falta comentar nada, el guión habla por sí mismo.
  • El bar “The blue banana”. Aquí podemos decir que sí, que la película aprueba el Test de Bechdel: tenemos a Vivien, y su amiga Kit, que hablan de algo que no son hombres. No obstante, ¿es suficiente con que la película apruebe el test? Desde mi punto de vista, creo que es un paso para la clasificación y análisis de películas, pero no suficiente porque eso no quita que la película sea machista.

Esto sólo en casi el primer cuarto de hora del largometraje, y nuestros protagonistas no han llegado a conocerse. Pretty Woman da para un comentario mucho más extenso, pero me interesaba centrarme en los planos, porque normalmente no profundizamos, nos quedamos con las frases de los personajes y no vamos más allá.

Para finalizar, me gustaría añadir que el cine es un elemento fundamental de nuestra cultura y que debemos recordar que cultura es todo aquel conjunto de valores, creencias, normas, formas de vida que aprendemos en tanto en cuanto que formamos parte de una sociedad. En definitiva, son productos generados por la sociedad. La cultura es compartida y aprendida y construye nuestras acciones e influye en el modo en el que nos comportamos.

Alicia R. Cortés, (19)

Twitter: @alicia_rcortes

1 Comentario

  1. Coincido totalmente. Vi pretty woman de muy chica ya que mi mamá es fanática de este cuento de Cenicienta moderno, y me acuerdo que me gusto, me pareció atractivo pensar que un hombre venia a salvar a esta mujer de la «miseria». Pero, volvi a verla en una época en la que estaba descubriendo el feminismo, y no podia creer lo machista que era. Y como en el cine nos inculcan desde chicos estos estereotipos. Te felicito por la nota. Muy interesante

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