Pornografía, erotismo y cintas de video

Pornografía y erotismo se entrelazan en nuestro espacio al cine de este mes. Pasen, vean y toquen…

 

Película: Nymph()maniac, Lars Von Trier

 

Existe desde hace largo tiempo un intenso debate en las distintas vertientes de los movimientos feministas en torno a la pornografía. Si bien algunos se posicionan en contra, sosteniendo la tesis de que el porno perpetua la cosificación de la mujer al servicio sexual del hombre, otros movimientos se sitúan en el lado contrario, abogando que la pornografía puede ser un medio de expresión más, y por lo tanto, provechosa para las mujeres. Existe un tercer movimiento, situado más en el centro, en que se asume que cada mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, aunque considere sexista a la pornografía. (Nota1)

Quizás este mismo debate se podría reflejar en las películas eróticas, aunque las diferencias entre la pornografía y el erotismo son más manifiestas.

Se le presupone a las películas eróticas un aporte superior, ligadas al arte, con una linea argumental compleja, en donde el sexo es un vehículo más para conformar una obra en la que haya una historia detrás de lo meramente sexual (al menos, eso intentan les directores).

¿Significa esto que los roles se equiparan más en las películas eróticas, presumiendo que mayor complejidad provoca mayor igualdad, en películas menos sexistas? Eso cabría suponer y, en cierta medida. se consigue, pero a la vez, no olvidemos que el cine no hace más que reflejar las ideas de su contexto social inmerso en su coetánea época, y vivimos (y si miramos al pasado, mucho peor) en una sociedad capitalista y patriarcal aún en proceso de cambio.

A pesar de todo, siempre el cine erótico se ha vestido de un halo de mítico, encumbrando a sus actrices y actores a la altura de sex symbols, envuelto en una perpetua polémica a cada estreno transgresor.

Una aborigen de cambio, siempre sorteando la censura.

El cine americano nos ha llevado por películas más que famosas: «9 semanas y media», «Instinto básico», «Cincuenta sombras de Grey». Todas ella éxitos de taquilla. Sin embargo, muy edulcoradas, menos explícitas que las europeas como «Nymphomaniac. Volumen 1 y 2″, de Lars Von Trier, en la que una ninfómana cuenta la historia de su vida o «Nueve canciones» (9 songs) una especie de drama musical y erótico lleno de bellos planos que funcionan mejor en separado que como una historia en conjunto. En las dos, el sexo explícito es casi pornográfico.

En el cine español, destacamos directores como Vicente Aranda, Bigas Lunas y, más recientemente, Julio Medem, con películas como “Lucia y el sexo”, considerada para algunes como la mejor película erótica española del siglo XXI, aunque prefiero su acercamiento cinematográfico a la homosexualidad de “Habitación en Roma”, remake de la película “En la cama” del chileno Matías Bize. Si bien esta película no tuvo la repercusión de “Lucia y el sexo”, y la crítica se cebara con ella, me parece una película minimalista con diálogos brillantes y actrices inmensas.

También en español, películas como “Y tu mamá también”, la road movie del mexicano Alfonso Cuarón, que sin ser exactamente una película totalmente erótica, marca con sus escenas sexuales una historia ya de por sí dramática en esta relación a tres de dos chavales jóvenes y una mujer madura. Bellísima y muy recomendable.

Sin embargo, es el cine francés, cuna de vanguardia y de propuestas transgresoras, el que se ha llevado la palma en cuanto a calidad de películas donde el placer y el erotismo, se pone al servicio de la historia. Títulos clásicos como la archiconocida «Emmanuelle», «La herida», «Luna amarga» y más recientemente, “Joven y Bonita” o «La vida de Adele», son ya parte de la historia del cine.

Es el cine galo a menudo más descarnado a la hora de enseñarnos el sexo y, sin embargo, no son muchas las películas que han explorado la violencia sexual de una manera tan directa y repugnante como «Irreversible» de Gaspar Noe. Avisamos: la película es muy dura, no exenta de controversia por la escena de violación de 9 minutos al personaje de Monica Bellucci. Las críticas hablaron de un guión lineal lleno de violencia gratuita, y sin embargo, estamos ante una obra que ya se ha convertido casi de culto, con una estética y diseño única. Película cruda, que “no se te quitará de la cabeza en mucho tiempo”.

Justo eso fue lo que dijo de ella, la joven actriz francesa Chloe Fontaine, que, tomando de punto de partida la visión de esta película, filmó el corto de “Soy ordinaria”, para poner en relieve otro tipo de violencia sexual más “cotidiana”.

Échale un vistazo y saca tus conclusiones.

¿Es licito reflejar la violencia como manera de concienciar o yendo más allá, como vehículo para plasmar y elevar una película a un mayor nivel artístico? Esta pregunta nos llega por la polémica suscitada en los últimos años con una película hito en la historia, nominada al Óscar como mejor director y actor principal, nos referimos a “Último tango en París”.

A respecto, tenemos las declaraciones del director Bernardo Bertolucci cuando admitió que, junto con Marlon Brando, urdieron un plan para filmar una escena fuera de guión, en la que se sodomizaba a la protagonista, Maria Schneider, con mantequilla. La escena, con la cual no estaba de acuerdo la actriz, finalmente se rodó, y en palabras de la misma Schneider: “Durante la escena, incluso cuando sabía que no era real, estaba llorando de verdad (…) Me sentí humillada y para ser honesta, me sentí un poco violada por ambos, tanto Marlon como Bertolucci”. Un actor y director del método como eran Bertolucci y Brandon, podrían sustentarse en la idea de que era una “necesidad” de la película para que la escena sonara real, para que brotaran en la actriz, sentimientos de degradación y vejación. ¿Lícito? “Eran otros tiempos” decía el director (la película fue rodada en 1972 ).

La verdad es que después de la película, Maria Schneider nunca volvió a ser la misma. (Nota 2).

La película test de Bechdel de la semana.

Es bastante sorprendente que haya tan pocas películas eróticas que pasen el test de Bechdel o en realidad, quizás eso no sea nada sorprendente. Si en general, las películas son fiel reflejo de la sociedad de su época, es lógico pensar que no se preocuparan por reflejar los deseos de la mujer. Esto se traduce aún más en este género, mucho más complaciente con las fantasías del hombre. En la pornografía esto está elevado a la enésima potencia. Afortunadamente, esta tónica comienza a cambiar, por ejemplo, con la emergencia de nuevas directoras como Erika Lust , sueca afincada en Barcelona, pionera de la “pornografía feminista”.

En cuanto a películas eróticas que pasan el test de Bechdel, una que a mediados de los noventa, despuntó no sin polémica. (¿Acaso alguna película erótica no las desata?): «Showgirls«. Sí, yo también me sorprendí al saber que esta historia pasaba el test, pero no olvidemos que el test de Benchdel es un método para evaluar si una película cumple con los estándares mínimos para evitar la brecha de genero, no que una película sea 100% feminista, y este caso, Showgirls, la cumple.

El film es conocido sobre todo por la actriz protagonista, Elizabeth Berkley, Jessie en «Salvados por la campana», la serie juvenil de principios 90, que gozó de tanto éxito. El argumento es un topicazo, aunque con eróticos resultados: Una chica provinciana que llega a “Las Vegas” con la intención de hacerse estrella de Shows eróticos, el más que trillado: “triunfar en la gran ciudad desde abajo”.

La película obtuvo malas críticas, por ser un film más al estilo europeo, con toques kitsch.

Película de culto para algunes, bazofia cinéfila para otres, es sorprendente que se cuele en todas las listas de mejores películas eróticas, cuando siempre se la puntúa por parte de los críticos y público en general, con tan baja nota. (Por ejemplo, la número 14 según filmaffinity)

Bibliografía:

Nota 1: Para saber más sobre el feminismo y la pornografia:

¿Qué decimos las feministas sobre la pornografía?Los orígenes de un debate. Nancy Prada Prada.

Qué piensa el feminismo sobre el porno. Marta Borraz . Eldiario.es

Nota 2: Para saber más sobre las polémicas declaraciones de Bertolucci:

Bertolucci asegura que Schneider sabía como iba a ser la escena de la mantequilla en «El último tango en Paris» AFP. La Vanguardia.

 

Otras fuentes:

Test de Bechdel y Erika Lust: wikipedia.

Corto «Soy Ordinaria»: Vimeo

Puntuación, argumentos y críticas: filmaffinity.

Test de Bechdel: http://bechdeltest.com

 

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