Esta Frida nos comparte su periplo de ginecólogos intentando preservar su útero.
Les escribo porque me encuentro en una circunstancia que me molesta mucho desde diferentes ángulos. Les cuento.
Soy una mujer profesionista con reconocimiento en mi área, hace unos meses me divorcié después de 12 años, hace unos días cumplí 41 y hace unos años sé que tengo miomas.
Respecto de los miomas he vivido un periplo de ginecólogos desde los 37 porque tenía que embarazarme en breve, según ellos, aunque mis condiciones de pareja no eran las que consideraba más adecuadas.
Uno tuvo el tremendo cinismo de acordar conmigo una cirugía de miomectomía y escribir en la orden médica para el seguro de gastos médicos: histerectomía. Por fortuna lo vi a tiempo y lo mandé a volar, pero él decidió unilateralmente por mí. Eso y el trabajo me mantuvieron alejada un tiempo del tratamiento de los miomas, aunque cada año los revisaba en las correspondientes visitas a ginecólogos, hombres y mujeres, cada vez nuevos, porque no había encontrado aún uno/a lo suficientemente empático/a como para que no me espetara su argumento pragmatista de la histerectomía. Que quitar el útero no modifica mi vida, que no lo necesito si no quiero tener hijos, que no afecta al sexo, que me quita los problemas de los sangrados y la regla.
Hace unos meses que los sangrados han empeorado y parece ser que es porque mi mioma mayor creció hasta los 9 cm de diámetro así que en el último mes llevo visitados 4 especialistas distintos, bajo recomendación de quienes me indican que estos sí son empáticos y humanos. Y sí, por lo menos uno ya tiene claro que el discurso de «útero que no produce hijos produce miomas» es errado y machista; no me echó la culpa por no haberme reproducido y no me instó a quitármelo porque es lo más práctico y adecuado. Otro más me indicó la importancia de conservar el útero para prevenir la caída de la vejiga en mis años de vejez, y se me han ofrecido otras alternativas, una doctora incluso me indicó que no me recomendaba la embolización de las arterias del útero porque muchas terminan en menopausias prematuras por viaje de las partículas a las arterias del útero, y tenga hijos o no es mejor conservar todas las funciones para «estar más sana y lucir mejor».
En fin, que parece que tras 9 ginecólogos distintos y 4 años finalmente he encontrado a quien me dé confianza suficiente para practicarme una miomectomía laparoscópica, para conservar mi útero.
Y resulta que el crecimiento del mioma no es bueno, que las molestias son bastantes pero sólo el 1% de los miomas llegan a tener un problema posterior y casi ninguno se vuelve cancerígeno. Ok, ¿entonces esta necesidad de quitarlo?
Me molesta mucho este criterio pragmático, no es un órgano vestigial, no es una muela del juicio, pero pasada la culpa tonta de «útero que no produce hijos produce miomas», lo que más molesta está en mí. Yo tengo muy clara la importancia de mi útero en mi vida sexual, para mí los orgasmos van acompañados de contracciones uterinas que se sienten la mar de bien, y que si me da dolor 32 días al año, los otros 333 me puede regalar experiencias muy placenteras. Me enteré, además, en estos días que las dimensiones de la vagina durante la penetración se modifica de forma importante gracias al útero, y al quitarlo eso se afecta también, me enteré del saco de Douglas, de los orgasmos de cérvix, de las verdaderas dimensiones del clítoris, y otras tantas cosas. Todo eso a mis ya 41 años.
Y me da rabia no tener el valor de haberle dicho claramente a todos los 9 médicos con los que hablé al respecto que quiero mi útero porque me da placer y ya, que no requiero tener hijos para darle utilidad, y que es su obligación ver qué opciones me ofrecen para tener una mejor calidad de vida y no sólo ir por lo que les parece fácil.
Soy profesionista, en mis 40s, con información, estoy estudiando un doctorado, y me asumo feminista y aún así mi vergüenza y desconocimiento, la falta de empatía y el desconocimiento de los médicos, han hecho que esta tarea de luchar por mantener mi útero sea de verdad difícil, no quiero pensar en las que lo tiene todavía más difícil.
La medicina todavía nos debe mucho.
Gracias por leerme.
Ánimo Frida, tienes toda la razón. A día de hoy es cuando estamos empezando a hablar de “ violencia obstétrica” como una forma más de violencia del sistema patriarcal y su visión androcentrista de la salud de las personas.
Como bien dices es necesario empoderarse y cuestionar las recomendaciones de determinados profesionales de la salud.
Un abrazo y fuerza en tu lucha.
Lola.
1 Comentario
Gracias por compartir. Hace varios meses me encuentro en una situación parecida. Y no me ha sido fácil encontar con quien conversar desde el corazón sobre lo que siento físicamente. Gran confusión a la que me han llevado tanto médicos, como voces amigas, pero ninguna con la que me sienta en paz. Gracias otra vez, porque tu voz contiene muho de mi sentir, y así, compartiendo en sororidad, encuentro un hilo del cual tirar. Abrazo desde la distancia.