Me miro con distancia y ojos nuevos
llevo dos años en una isla de hielo
Paradójicamente, mis células se derritieron
mi cabello de estalactitas trenzado
mi corazón de ventisca, leve, helado
Me miro arrastrando el tiempo
levanto mis párpados
debajo de ellos, el ocaso
pulso mis jugos que fluyen incansables
Me miro desconocida
regresando a una casa hecha de sueños
un territorio borroso
nublado de recuerdos
Regreso convencida de nada
ávida de todo
reptil cálido que come frutas
ave sideral que bucea en el futuro
Me miro extraña,
y me gusto así
volviendo a casa
alejada de lo que fui, cercana a lo que deseé ser
Me miro a través de sus ojos
me observo complicada, retorcida
sexual, hecha de aristas
y gruñidos y orgasmos y carne crujiente
Me miran mis ancestros
sin juzgarme, maravillados
de mis hazañas, de mi atrevimiento
se revuelven en sus tumbas
porque florezco
Regreso convencida de nada
ávida de todo
no sanada pero sí fuerte
no congruente pero sí ordenada
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