Victoria entrevista a la futbolista trans Mara Gómez, quién nos cuenta un poco sobre su historia y su lucha.
Mara Gómez es la primera mujer trans en Argentina que podría ser profesionalizada como jugadora de fútbol femenino. A pesar de los prejuicios, la exclusión y la resistencia de un deporte que sigue cerrando sus puertas a la diversidad – hace tan sólo unas semanas se conoció el primer caso de un jugador profesional que se declara gay – su gesta individual se enlaza con la lucha de muchas (antes, hoy y después) que hacen revolución con la pelota al pie.
¿Cuál es tu status como futbolista hoy?
Mi status es de jugadora aún no fichada, aunque estoy haciendo pretemporada. Todavía no tenemos información concreta de la Asociación de Fútbol Argentino. Esto debería definirse en marzo.
¿A qué edad empezaste a jugar al fútbol y por qué?
Empecé a los 15 años por invitación de una compañera del barrio. Aunque no sabía jugar, comencé a practicar el deporte y me di cuenta de que ocupaba un gran lugar en mi vida en lo emocional. Yo estaba pasando un mal momento por la discriminación, exclusión y maltrato social, pero cuando jugaba al fútbol me olvidaba de lo que vivía, era como una terapia.
Empecé a jugar más, entrenar más, de liga en liga, hasta que terminé en Villa San Carlos.
El fútbol es hoy la mitad de mi vida y lo que me ayudó a superar un montón de momentos.
¿Qué contestarías a quienes esgrimen el argumento biologicista para impedir que juegues al fútbol femenino?
La sociedad está tan acostumbrada a repetir frases como “la biología dice…”, pero la biología no es la única ciencia que existe en el mundo. Se basan en una idea biologicista desde lo ignorante para no ver una realidad que existió, existe y va a seguir existiendo.
El fútbol no se trata sólo de una ventaja física de velocidad o fuerza, sino de habilidades. Si una jugadora profesional compitiera con un hombre que no tiene noción de fútbol, la ventaja la tendría ella, no él.
Hay paradigmas que debemos cambiar porque culturalmente estamos mal formados y mal informados. Por eso, lo que hoy tratamos es de incluirnos dentro de cualquier ámbito social y luchar por ser reconocidas como personas.
¿Por qué crees que la diversidad es tan resistida en el fútbol?
Los que gobiernan el fútbol son los hombres, entonces el poder del fútbol lo tiene el hombre. Por eso el fútbol femenino hasta hace poco era invisibilizado y hoy todavía es semi profesional. El fútbol femenino siempre existió pero en Argentina recién se está visibilizando.Hoy se están dando pasos grandes.
¿Cómo imaginás el futuro del fútbol femenino?
Imagino que dentro de unos años un plantel completo sea profesional con sueldo, y que sea acorde a lo que ganan los jugadores del masculino. También paridad en las condiciones de las instalaciones: no son lo mismo los predios de River o Boca que Villa San Carlos, que entrena en una cancha de la República de los Niños, en vez de en las instalaciones del club.
¿Qué opinás acerca de la situación actual del colectivo trans en Argentina?
Dentro de todo hoy hay más normas y derechos que nos protegen, aunque la discriminación y la exclusión siguen estando. Pero a comparación de años atrás, que las compañeras trans sufrían maltrato físico y asesinatos, hoy estamos más reconocidas por el Estado y eso nos da un poco de libertad de ser quienes somos. Como sociedad estamos creciendo mucho más y respetando los derechos de cada individuo con su orientación sexual y de género.
¿Cómo definirías tu lucha en palabras?
Mi lucha es por la inclusión, por la libertad de expresión y de ser una misma, por que podamos hacer lo mismo que hacen todos y todas, y por la oportunidad de tener una puerta abierta en cualquier ámbito social. Hoy es una lucha para ser reconocidas e incluidas dentro de la sociedad.
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