Una Frida comparte con nosotres estas letras. Una reflexión sobre la infancia, los veranos y los recuerdos.
Crecí en los 90 y mi mamá lamía sus heridas
sus manos olían a lavandina
el guardapolvos lleno de tizas
Crecí en los 90 y en mi papá resonaba la guerra de Malvinas
un cigarrillo se consumía al borde de una mesa
un ventilador de techo temblaba
Crecí en los 90 cerca de un sauce llorón
y un patio bañado de flores lilas
un verano y películas de ovnis
entre el tango y la música clásica
Crecí en los 90 y me iluminaba el brillo y la mirada de mis hermanes
sus manos apretadas
las camas desarmadas
el arroz vencido y los chocolates robados
Crecí en los 90 y me observaban de cerca los ojos verdes de mi abuela
las manos suaves y arrugadas
historias de desamor recitadas por mi abuelo
color a sol y sabor a asado
migas de pan seco volando en el aire
Crecí en los 90 en la calle Laprida
y en el camino en descenso
veía el puente Zárate Brazo Largo
olía a río y a barro
di unos besos húmedos en la plaza del barrio
Crecí en los 90 y aún recuerdo el hospital y los colectivos
los libros y les amiges
la música, el cuerpo y la piel
el verano y los vestidos
Crecí en los 90 entre cartas a una radio y la tv encendida
la bici playera y mi cuerpo en el asfalto
mis ojos, mis oídos y mis labios
Crecí en los 90 y siempre buscaba alejarme del montón
vacacionaba en Mar del Plata y me perdía
vacacionaba en Uruguay y me perdía
me encontraba con la nada
aún me sigo buscando
Crecí en los 90
y soy poeta
¿Qué esperaban?
Por Vic Morales (30), Zarate, Argentina.
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