Victoria nos lleva a reflexionar sobre cómo una noticia que abunda en nuestra realidad actual también puede tener perspectiva de género: coronavirus y mujeres.
No todos los temas son temas de género pero todos los temas pueden tener un enfoque de género, o deberían.
La pandemia del coronavirus también tiene una perspectiva de género y, aunque (no) nos sorprenda, tiene que ver con la desigualdad. Las más afectadas por este momento crítico son una vez más las mujeres, y en unas pocas líneas te contamos por qué y cómo atacar este nuevo desafío.
- Las mujeres constituyen la mayoría de les trabajadores de salud en todo el planeta, casi el 70% (en algunas de las provincias chinas más afectadas, más del 90%).
- Dentro de ese porcentaje, además, en buena medida ocupan puestos de enfermería, la primera línea de batalla y exposición al virus.
- Para quienes se quedan en sus hogares cabe recordar que son en su mayoría mujeres las que se encargan de tareas domésticas (limpieza, compras, cuidado de les niñes), aunque este es un trabajo que en la mayoría de los países es considerado informal y “cosa de ellas”. Más personas en casa durante la cuarentena significa más responsabilidad para el género femenino. (Y eso sin contar los hogares de madres solteras, que son quienes en un 86% de los casos toman la custodia principal de les hijes)
- Además, las mujeres son mayoritariamente responsables del cuidado de personas adultas mayores (aproximadamente en un 86%), tanto en centros especiales como hogares de familia, y esta franja etaria ha sido de las más afectadas por el COVID-19. Una vez más, el trabajo duro recae sobre nosotras.
- Por tener cuerpes gestantes las mujeres también enfrentan la incertidumbre acerca de si el virus podría tener un impacto en sus embarazos. (Aunque, lo positivo es que los estudios no declaran mayor riesgo de infección o vulnerabilidad en mujeres embarazadas que en el resto de la población).
- Un dato más: aún en muchos países del mundo las mujeres cuentan con sueldos más bajos, trabajos informales o precarizados y condiciones laborales inferiores a las de sus compañeros hombres. Por eso, la cuarentena obligatoria que sobreviene del estado de pandemia podría obligar a muchas mujeres a continuar asistiendo a sus empleos para no perderlos, con poco o nulo respaldo estatal y legal.
- Por cierto, aunque la situación afecta a todes y posterga muchísimas problemáticas al mismo tiempo, es importante registrar que temáticas de género que estaban en evolución o, al menos, en la mesa de discusión, se verán postergadas por tiempo indefinido.
¿Son todas malas noticias?
No. Si perteneces al grupo privilegiado que puede quedarse en casa durante la cuarentena, sin sufrir consecuencias laborales o impactos en la salud, este parate puede ser un momento ideal para continuar formándonos en feminismo a través de libros, cursos y charlas online, conectarnos a la distancia alrededor de los temas que nos preocupan, y preparar nuestros próximos pasos.
Por ejemplo, @feminacida recomienda en su cuenta de Instagram series para hacer maratón feminista.
La revista @emancipaweb ha lanzado su hashtag #CuarentenaFeminista y a diario comparte materiales, actividades y propuestas para empoderar el tiempo en casa entrenándose en feminismo.
También en Argentina por estos días se lanzó el newsletter feminista Marielle Franco. Para suscribirte ingresa a https://mailchi.mp/4ebae58d8d4c/mariellefranco
Y una más: puedes acceder a los contenidos del Kit Cuarentena Feminista si entrás aquí: https://drive.google.com/drive/u/0/folders/1X08OJL6GEFkW-pQxo9vmVRmutsZMBfVm (muchos libros listos para descargar)
Si conocés otro ejemplo de iniciativa feminista durante la cuarentena, ¡compártela!
¡Que valga nuestro tiempo guardadas!
Fuentes:
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