«Si no puedo bailar, tu revolución no me interesa» Emma Goldman
Sara nos regala un relato sobre el placer de recordar aquello que nos da placer y, la verdad, leerlo resulta bastante… placentero.
Crea para ti, para otras personas. Crea lo que quieras. La desesperanza no puede alcanzarte si te llenas las manos de nuevas ilusiones.
Seguro que lo de ser «castas y puras» os suena, ¿verdad? ¿Cómo afectan estos mensajes en nuestro placer? Nieves reflexiona sobre ello.
La bicicleta es un emblema para la libertad de las mujeres, desde siempre ha sido una de las herramientas que nos ha dado poder en la calle.
Fernanda, una Frida, nos hace llegar sus reflexiones tras ver la genial serie I May Destroy You de Michaela Coel.
La idea de un apuesto y carismático chiquillo aproximándose a ti en un tren mientras viajas por Europa para luego invitarte a pasar una noche recorriendo las históricas calles de Viena parece una historia sacada directo de Wattpad.
Gozar la vida, disfrutar de los placeres de lo cotidiano, los que hacemos junto a otras personas. Esto es algo que se ha tambaleado con la llegada de la pandemia y sobre lo que Paulina reflexiona.
Los placeres culpables, los guilty pleasures, esos que sabes que disfrutas «a pesar de» y que luego vienen con un regusto de culpa.
Los ataques de pánico o crisis de ansiedad nos hacen sentir que se acaba el mundo, por eso Marta nos regala un recurso que puede ser de ayuda.
Crear un hogar y disfrutar de él. Algo que suena fenomenal pero que a veces se nos olvida con nuestro ritmo de vida. Ceci nos lo recuerda así de bien.