Victoria nos escribe su despedida con el corazón abierto y las emociones a flor de piel. Hay mucho recorrido pero el camino por delante es muy largo, a juntar coraje y a transitar lo juntes.
Emma nos abre su corazón y nos conmueve con un texto dedicado a su madre, a quien le agradece por el amor, por los tiempos compartidos. El dolor a veces es insoportable, pero otras también nos enseña a mirarnos en compañía de quienes ya no están.
Una historia de viajes, crecimiento y búsqueda personal que nos lleva a través de la vendimia de la campiña francesa y nos inspira a aprender de cada ciclo de nuestra vida.
Un poema que nos habla de ese rojo fluir que representa mucho más que un sangrado, representa la historia de cuerpas sintientes y la de un país que late eternamente.
Crea para ti, para otras personas. Crea lo que quieras. La desesperanza no puede alcanzarte si te llenas las manos de nuevas ilusiones.
Seguro que lo de ser «castas y puras» os suena, ¿verdad? ¿Cómo afectan estos mensajes en nuestro placer? Nieves reflexiona sobre ello.
La bicicleta es un emblema para la libertad de las mujeres, desde siempre ha sido una de las herramientas que nos ha dado poder en la calle.
Fernanda, una Frida, nos hace llegar sus reflexiones tras ver la genial serie I May Destroy You de Michaela Coel.
Gozar la vida, disfrutar de los placeres de lo cotidiano, los que hacemos junto a otras personas. Esto es algo que se ha tambaleado con la llegada de la pandemia y sobre lo que Paulina reflexiona.
Los placeres culpables, los guilty pleasures, esos que sabes que disfrutas «a pesar de» y que luego vienen con un regusto de culpa.