Límites

Una Frida (Teresa) nos ha enviado su aporte para invitarnos a reflexionar sobre la catástrofe sanitaria y ambiental que vivimos y los límites que el ser humano encuentra. ¿Ha llegado el momento para empezar a cambiar de verdad?

LÍMITES
Ilustración de Beto Valverde Muñoz

Supongo que somos muches les que hemos meditado sobre lo que está pasando en el mundo y sobre los motivos. Durante estos días he escuchado casi de todo, desde conspiraciones de las grandes farmacéuticas, hasta experimentos alienígenas y, la verdad, llegades a este punto ya no descarto nada porque viendo lo visto…

Sin embargo, lo que me interesa no son los porqués sino los para qué.
Tanto en medios de comunicación como en redes sociales, se habla constantemente de crisis, miedo, precariedad, necesidad, desamparo, de cómo era todo antes y de cómo lograr que vuelva a ser igual, pero no se habla casi nada de cambio. Tengo la sensación de que mucha gente aún no comprende que lo de antes ya no existe ni existirá, que esta crisis no es como los avisos anteriores y que, esta vez, todo será diferente; porque hemos traspasado los límites y no como sinónimo de superación, sino como
sinónimo de abuso.


Hemos consentido un sistema económico insostenible que propugna un crecimiento ilimitado en producción y consumo (el concepto en sí mismo es irreal) a base de explotar el planeta y a les trabajadores. Hemos ignorado las crisis ecológicas y creado otras nuevas, nos hemos mofado de les que nos avisaban y siempre hemos puesto el dinero por encima de todo.
Dinero, producción, consumo, dinero, producción, consumo, dinero, producción, consumo, dinero… corriendo sin cesar en esa rueda de ratón que devoraba nuestras vidas hasta que, una crisis planetaria, nos ha hecho ver más allá de nuestra jaula.


Si la consideración que se le ha dado al planeta ha sido la de fuente de materias primas, la que se le ha dado a los seres humanos ha sido la de pedazos de carne cuyos ritmos no es necesario respetar (que se adapten al ritmo de las máquinas y produzcan más), ignorando la posibilidad de establecer condiciones laborales de calidad, bienestar y felicidad e
impidiendo la conciliación; poniendo trabas a la corresponsabilidad y anulando los autocuidados.


Hemos llegado a esas fantasías futuristas de la literatura de ciencia ficción y ahora estamos inmersos en una situación tan desconocida como mortal, aferrándonos a soluciones antiguas para situaciones nuevas y cerrando los ojos a lo evidente: es necesario un cambio. Ahora que hemos comprendido lo frágil que es la vida, lo fácil que es perderla y lo bonito que es tener tiempo para nosotres y les nuestres, se hace evidente lo absurdo de la
economía que nos controlaba y perpetuaba un sistema desigual e injusto para casi todes les habitantes de la Tierra.


Así que, tal vez, sea la hora de ponernos en serio a replantear el sistema de arriba abajo, redefinir la economía global con un enfoque que ponga, de una vez por todas, la vida en el centro y dejarnos de excusas, porque quizá no tengamos una segunda oportunidad.


Teresa Lozano Martínez.
Madrid, mayo 2020.

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